Se colocó sus gafas oscuras para ocultar sus ojos ante la visita de ellas personas, en ese preciso instante se encontraban en una misión a la que el CNI les había ordenado acudir, una nueva mafia aterrorizaba la ciudad y esa su deber desmantelarla antes de que tomara fuerza.
Junto a su mejor amigo se habían adentrado al barrio que era controlado por esta mafia, gracias al informante sabían que la sede era una de las casas para evitar sospechas, siguieron las indicaciones recibidas con anterioridad y lograron llegar sin llamar la atención.
Escondieron el coche en un callejón algo lejano y se separaron para integrarse, el chiste era que tenían que hacer que no se conocían. Acomodó su chaqueta mientras le daba un vistazo a su alrededor, había hombres armados en cada esquina y el olor a marihuana era muy fuerte en cualquier lugar.
Camino hacia un establecimiento donde Fingió mirar unos sombreros y probárselos como si los fuera a comprar, daba ligeras miradas al vendedor que mantenía una silenciosa conversación con un hombre alto que parecía no haber tenido un buen día.
Se acercó un poco más a los hombres mientras iba a tomar unas gafas y de las colocaba para posar un poco y negar después, le dio una mirada de reojo a los hombres justo a tiempo para lograr ver cómo el más alto le pasaba un paquete bien sellado al vendedor.
-Bingo- susurró.
Espero un poco hasta que el hombre salió del establecimiento para salir el después en su búsqueda, lo encontró con rapidez y en silencio lo empezó a seguir, lo vio adentrarse a una casa un poco más grande que las demás y supo en ese momento que había encontrado la sede.
Cuando quiso entrar una voz a su espalda lo detuvo, un hombre le analizaba con la mirada buscando algo que le fuera familiar, pero nunca lo había visto y en ese barrio no podía entrar nadie más que los que vivían ahí.
Gustabo empezó a correr siendo perseguido por el mismo hombre y otros dos más, corrió por varias cuadras intentado perderlos pero no lo había logrado, cansado dio un giro brusco logrando despistarlos un poco.
Dio unos pasos más y fue jalado hacia un callejón, asustado golpeó a la persona en la cara haciéndolo retroceder un poco aunque no lo soltó.
-¿¡Que haces capullo!?- dijo gritando en voz baja.
-¡Capullo es otro!- contesto de la misma forma- ¡Avísame que vendrás abuelo!-
-¡No tengo por qué avisarte nada!-
Jack tocó su labio sintiendo un ardor por el golpe, agradecía haberlo tendió bien agarrado sino le hubiera roto el labio y ese sería un problema del cual no tenía ganas de lidear.
Unas voces se empezaron a escuchar muy cerca, Jack lo jaló hacia el y le quitó la chaqueta para lanzarla lejos, se quitó el gorro que tenía y se lo coloco a él para ocultar su cabello rubio, acomodó la capucha de su suéter sobre su cabeza.
-¿Qué hace-
No logro terminar lo que quería decir ya que fue lanzado a la pared para luego ser acorralado por el cuerpo de su jefe, Jack le dedicó una mirada que nos supo descifrar antes de juntar sus labios en un beso lento.
Gracias al ángulo en el que estaban cuando los hombres pasaron solo les dedicaron una mirada y se retiraron sin decir nada más para seguir en su búsqueda del chico.
García por primera vez en todos los intentos de conway se había dejado llevar por aquel beso, había empezado a mover sus labio en sincronía con los del mayor, colocó sus manos en las mejillas contrarias para acercarlo más el.
Estuvieron besándose hasta que un sonido los hizo separarse, agitados sacaron sus celulares para leer el mensaje que Horacio les había mandado, se dieron una última mirada antes de separar por completó.
Gustabo acomodo mejor su gorro y dejó su chaqueta en el suelo, no era buena idea volver a colocársela, miro a Jack que lo esperaba al principio del callejón, este tenía una sonrisa leve en sus labios.
-¿Qué?- pregunto a la defensiva.
-Nada, solo tengo un buen presentimiento sobre algo-
-¿Sobre la misión?-
-Mejor-
Empezaron a caminar rumbo al punto de reunión que Horacio les había indicado, Gustabo tenía su mente en blanco mientras Jack se encontraba feliz, hace un año que se había dado cuenta que lo que sentía por el rubio era más que una relación de trabajó.
Se ha si enamorado de el y estaba cansado de decir que no, así que formó un plan en su cabeza, cinco veces, solo cinco beses le robaría un beso hasta enamorarlo, cuando lo beso en el patrulla dudo si al final funcionaria pero ahora tenía un poco mas de esperanza.
Solo le quedaba un último intento antes de confesarse, esperaba que el rubio el correspondiera, realmente deseaba que Gustabo lo vier
Carolcons
08/08/2020
Ustedes lo pidieron y aquí está.
