cap 1

490 26 1
                                    

Allen Walker con 15 años de edad en verdad maldecia su suerte, pero debía seguir caminando hizo su promesa, primero no teniendo recuerdo de sus padres solo que lo abandonaron por ser omega en ese maldito circo, los años que ahí vivio, su pequeño pedazo de felicidad junto a mana, la tragedia que provocó, la vida junto a su maestro en verdad fue horrible, aunque gracias a eso sabia defenderse el solo en realidad su maestro era bueno con el y lo termino de educar y lo había ayudado facilitandole unos supresores volviendo su olor y feromonas casi nulo parecer un beta pero no lo admitiría en voz alta menos ahora que su maestro lo había golpeado con un martillo para dejarlo inconsciente y desaparecer, enviándolo a buscar la orden negra donde todos los miembros eran alfas y betas , bueno al menos le había dejado a timcampy, pero si el se descuidó y ahí estaba siguiendo un gato que se comió a tim, gracias a su suerte arrestado y persiguiendo un akuma, su misión terminó la Oficial Moore había sido muy buena con el, y finalmente su suerte parecía cambiar habia llegado a la Orden, pero al ser escaneado le habían confundido con un akuma por el Pentágono en su ojo izquierdo y un espadachín lo estaba atacando al menos logro que se detuviera y pudo apreciar a su atacante, de cabello negro azulado, liso y bastante largo atado en una cola alta, bastante fuerte lo había herido y en verdad luchaba bien su corazón pálpito casi sintió como si entraría en celo pero, Moyashi ese tonto afeminado lo había llamado así en definitiva lo enojo, luego de pasar un trauma con komui-san, su fiesta de bienvenida preparada por su nuevo hogar y dormir ahí estaba acostado repasando todo lo vivido lo que le molestaba no poder sacar a Kanda de su mente.

-Mi pequeño está creciendo-

Escucho en su cabeza como un susurro asustado se sentó en la cama a ver a todos lados buscando si había alguien.

-sera que hay fantasmas- ante la idea se estremeció lo mejor seria ir a entrenar para aclarar la mente - se cambió por ropa de entrenamiento pues solo tenía puesta su ropa interior y su camisa Blanca optando por un pantalón y una camisa Blanca de algodón de manga corta con cuello en v- vamos Tim

Allen salió de su cuarto, y comenzó a buscar una sala de entrenamiento y para su sorpresa ahí estaba kanda eran las 5 AM como era posible que ya estuviera despierto,decidió ignorarlo y comenzar a entrenar en silencio para no interrumpir pero luego de 30 minutos sintió una mirada sobre el, decidió ignorarlo y continuar.

Kanda Yu un alfa de 18 años de edad desde que llegó a la orden oscura no le tomaba importancia a cosas pequeñas lo único que el deseaba es encontrar a esa persona y nada más, aceptaba tener aprecio por komui el loco y tonto científico alfa, la enana de leenale la hermana menor beta de komui entrometida, hasta el conejo idiota de lavi otro beta con complejo suicida pero los 3 eran una molestia, cuando salió a defender la orden por un intruso primero pensó que había llegado un anciano, luego una adolescente molesta y se llevo la sorpresa al saber que era un hombre un adolescente, un moyashi, por algún motivo al verlo su corazón pálpito pero en definitiva era imposible que el fuera a quien buscaba pero seguía llamando su atención ese beta tenia algo y por primera vez en mucho tiempo su alfa había hablado diciendo Mio algo que en realidad nunca había pasado ni con esa persona su alfa había hablado pero era imposible era un beta, su estupido alfa estaba muy equivocado por eso lo ignoraba se negaba aceptar esa parte de él hace años habia peleado con esa parte del el lo que logro su alfa le dejo las habilidades, el maldito celo pero el desaparecio en su interior, y ahí estaba viendo al moyashi entrenar al principio lo ignoro pero su maldilto alfa seguía gruñendo para que lo dejara verlo, abrió los ojos y aprecio el cuerpo del Albino, músculos sin nada de grasa bien formados sin sobresalir mucho, cintura pequeña, piernas delgadas y bien torneadas cuando lo vio haciendo flexiones de manera poco segura de cabeza solo con la mano derecha sosteniéndose de 3 dedos, noto ese hermoso trasero, carnoso y redondo, la camisa cayó dejando expuesto su pecho unos hermosos pezones rosados, el alfa gruño era perfecto, kanda volvió a tomar el control al sentir una opresión en sus pantalones, estupidos instintos, ni siquiera estaba en celo, se puso de pie bruscamente llamando la atención de su acompañante el solo gruño y salió de ahí.

La Verdad Del Corazón De La Inocencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora