Garden || BM y Somin.

O4

Allí estaba de nuevo bajo los rayos de la luz que proporcionaba el Sol, allí miro a Matthew que se encontraba ésta vez sentado en uno de los asientos que se encontraban frente a una de las mesas en dónde se jugaba ajedrez.

Somin con cuidado posicionó sus manos sobre las ruedas y con sus palmas las comenzó a empujar para lograr avanzar, fue hasta Matthew, con cuidado de no chocar contra él, tenía muchas dudas y además quería hablar con él, sabía que solo él podía resolverlas.

Aunque ella no quisiera aceptarlo, quería ser cercana a aquel chico, le tenía demasiada curiosidad cuando lo miro, además de que quería saber la razón por la que tenía siempre tan radiante sonrisa, a pesar de que Seokjin le había platicado parte de la historia, aún tenía muchas preguntas.

— Matthew... — apenas su voz había sido audible, sabía que no debía de ser tan tímida.

¿Qué era lo que le ocurría? ¿Por qué ya no era la misma? Somin no era de las personas tan tímidas, y ella mismo estaba consciente, siempre estaba rodeada de personas, nunca la dejaban sola, pero ahora.

— ¡Hola, Somin! — El mencionado se vio algo sorprendido, ¿acaso se había aprendido su nombre? No lo esperaba — De nuevo aquí, pensé que no regresarías.

— Me gustó el lugar, es muy tranquilo — respondió, y eso era una realidad.

— Sí, esté es uno de mis lugares favoritos, definitivamente — suspiró mientras se giraba para mirar a Somin.

Somin le sonrió, tenía que preguntarle, tenía que hacerlo.

—Tengo dudas — mencionó Somin bajando un poco la mirada.

— ¿Qué clase de dudas? — Matthew había ladeado su cabeza.

— Bueno, son más sobre ti — Matthew pudo apreciar el ligero tono rosa en las mejillas de Somin —, no sé si sea bueno preguntarte, pienso que te sentirías incomodo...

— Para nada, puedes hacerlo.

Somin tomó aire, ahora el problema en su cabeza era, ¿qué era lo primero que podía preguntarle? ¿Sobre su enfermedad? No tal vez sería demasiado precipitado.

— ¿Por qué ayudas? Es decir, te he visto por el hospital y usualmente estás ayudando.

— Bueno, pienso que les debo ayuda, después de todo me han ayudado mucho a mí — Matthew apartó unos mechones de su propio cabello — ¿por qué eres tan silenciosa?

La pregunta había hecho que Somin lo mirara frunciendo el ceño débilmente.

— No lo soy... bueno, apenas lo estoy siendo.

— Pero ¿por qué? No lo comprendo, apenas y dices algunas palabras, y estás diciendo que no eres así.

— No lo soy, creo que el accidente me afecto un poco.

Matthew atinó a asentir, no quería incomodar a Somin, así que lo mejor fue quedarse en silencio, era mejor así.

— Te he visto y siempre estás con una sonrisa, no logro comprenderlo —dijo Somin sacando de sus pensamientos a Matthew.

— Eso es simple, cuando entre aquí por primera vez, a internarme, me sentía muy mal, no quería nada, no quería salir, comer, caminar, ni que me visitarán, para mí no valía la pena que lo hicieran, y parecía que me habían hecho caso, antes me visitaban muchas personas, pero después de unos meses que pasaron, dejaron de visitarme... poco a poco se fueron alejando, Seokjin lo sabía y me hizo reflexionar.

Somin prestaba atención, los ojos de Matthew viajaban a veces de un lado a otro, y a veces lograban conectar sus miradas.

— Sabía que sintiéndome de esa forma solo empeoraba mí estado, así que no quería eso, así que intente reponerme a mí mismo, siempre sonrió porque a pesar de que sea un mal día, no debo estar triste, por eso me sorprendes tú... cuando te vi, solo pude notar tristeza, pensé que sonriéndote te daría ánimos.

Somin le sonrió.

— Bueno, me inculcaste dudas, aunque debo confesar que antes era así, sonreía mucho, después del accidente... eso cambio, estoy deprimida, estar aquí sentada me deprime un poco.

— Comprendo, pero no deberías estar así.

—  Lo intentaré — Somin jugaba con los dedos de sus manos — ¿cuánto tiempo llevas aquí?

— Cuatro años y medio — respondió Matthew dándole una leve sonrisa —, el primer mes se me hizo eterno.

Somin se veía sorprendida ¿tanto tiempo había estado en aquel hospital? ¿Por qué? ¿Qué era lo que tenía como para estar allí?

— ¿Qué es lo que tienes? ¿No crees que es mucho tiempo? Ya deberías estar curado.

— No es tan fácil — susurro Matthew, por unos momentos su rostro se torno serio, lo que extraño a Somin, pero después vio como la sonrisa regresaba y la miro —, ¿solo te visitan tus padres o también te visitan tus amigos?

Se extrañó en ese momento.

¿Por qué evito la pregunta que había hecho?

Matthew era extraño, pero le agradaba, al menos sentía que su estancia allí sería menos tortuosa