Reencuentro. [Osoro x Ayano]

私を取り巻く愛

No te conocí de la mejor manera, al principio nos odiábamos simplemente por no tener los mismos gustos o unas personalidades similares. La popularidad, inteligencia y belleza era lo que me describía, tenía amigos, superficiales nada más. Podrías siempre encontrarme rodeada de gente, alabándome y sirviéndome como si yo fuera una princesa. Debía estar junto a gente que me aportara o me beneficiara en algo para ser mejor, tu solo te juntabas con tus verdaderos amigos a charlar cosas triviales, me daba igual. 

Yo siempre caminaba erguida, con la cabeza en alto, con elegancia y sencillez mientras que tu con la espalda gacha, una mirada de mala muerte y un cigarrillo siempre se encontraba en tu boca. Era una buena estudiante, el número uno era solo mío en las calificaciones, tu estabas por debajo de la lista de los mejores, te interesaba poco la escuela y aún así venías, no lo entendía.

Muchas veces tuvimos discusiones por cosas tan insignificantes, que ahora que lo pensaba, eran tan estúpidas pero a los dos nos encantaba siempre tener la razón. Anhelábamos tener el poder sobre él otro, ¿Por qué? No tenía ni idea.

Los días transcurrían donde el destino parecía estar siempre en nuestra contra queriendo juntarnos, lo odiaba, te odiaba. Te juzgaba por tu aspecto y por tus calificaciones, un incompetente eras para mí, sin embargo, aquella tarde me hiciste comerme mis palabras.

Hacía tranquilamente mi parte de álgebra confiada de cada respuesta que colocaba, era muy buena en la materia.

— Esta mal —dijo de repente Osoro mirando la ultima respuesta. Se acercó más a mí y cambio la respuesta para luego mirarme.— Recuerda que el valor absoluto de un número siempre va a ser positivo, por este pequeño error la profesora nos hubiese podido bajar varios puntos... Sabes lo amargada y estricta que es —dijo en broma.

— ¿Tu como sabes algebra? 

— Que me vaya mal en la materia no es porque sea estúpido, es por pura pereza, duh —dio un pequeño empujón a mi cabeza con su dedo.— Juzgas demasiado, Aishi. Conozco todos los temas al derecho y al revés pero vamos, una calificación no define mi inteligencia, por un estúpido número te catalogan como idiota, los profesores tienen un trato diferente a ti solo por eso, una sociedad crítica. 

Asentí avergonzada y terminé de rectificar cada punto para asegurarme de que todo estaba bien. Al terminar fuimos a entregarle el trabajo a la profesora. Lo que decia Osoro era cierto, Hana-sensei me miraba con dulzura y a el rubio con molestia, sin embargo, cambio esa cara a una sorprendida al ver que todo estaba correcto.

— ¿La señorita Aishi hizo el trabajo sola? —preguntó con seriedad. Negué rápidamente.

— Nos repartimos el trabajo, Osoro hizo la página izquierda y yo la derecha —expliqué y aún así miró con desconfianza.— Lo digo en serio, sino me cree póngale unos ejercicios —hablé con molestia.