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Jorge y el globo

Un día, un chico llamado Jorge pasó delante de una tienda de globos y se le antojó uno.

-Deme ese globo rojo- dijo Jorge al vendedor.

-No te lo recomendaría, chico- respondió el vendedor -. Aparte de ser peligroso cuesta 999999999€.

-Da igual. Tome, quédese el cambio.

Entonces Jorge se fue feliz por su compra a casa, y empezó a inflar el globo.

-Uno, dos, tres...

Como ya he dicho antes, empezó a inflarlo, pero algo iba mal, porque cuando hacía esto, todo empezó a volverse rojo.

Terminó, pero el globo rojo empezó a cobrar vida y le salieron dientes tan afilados como cuchillos de cocina.

Pero lo peor era que eso le había pasado a todos los globos rojos del mundo, parecía que solo tuvieran un objetivo...

¡Jorge!

Empezó a correr pero los globos le atraparon al instante y se lo comieron.

La muerte de Jorge fue injusta, así que Dios decidió revivirlo.

La conversación fue más o menos así:

-Dios, por favor, revíveme- dijo Jorge.

-¡NO, NUNCA!- respondió Dios.

-Te daré galletitas "Dios Energy".

-Hecho.

Dicho y hecho.

Dios revivió a Jorge cerca de una feria de científicos y allí, como no seguían los globos (no es tan fácil deshacerse de unos globos rojos asesinos, mutantes, devoraJorges, dientes más afilados que el cuchillo de Jeff the Killer...) pero por suerte no le vieron, o puede que sí...

Jorge empezó a correr (sí, otra vez, ¿qué pasa? Yo soy feliz), y evidentemente con los globos persiguiéndolo.

Y así hasta que entraron en la feria, pero por accidente, empujaron a un científico que estaba usando un "cerdito de Indias".

El cerdo no se encontraba bien, empezó a mutar y le salieron unos colmillos más grandes y afilados que los de los globos.

Empezó a perseguir a los globos y a Jorge, y de su boca empezó a surgir un tornado, el que luego arrojó contra Jorge.

Cuando acabó el tornado, Jorge no estaba del todo mal.

Sólo se había hecho una fisura en el cráneo, se rompió 9 costillas, se dislocó la cadera, se rompió el esternocleidomastoideo (por eso tuvo que ir al otorrinolaringólogo) y se dobló el tobillo.

Al final Jorge murió por esta última causa.