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Taehyung tragó con fuerza mientras salía de su casa, le daban mucho miedo las motos y también le daba miedo Jungkook, o sea, ese omega había golpeado a Kwangmin.
-Hey, ¿qué tal tu fin de semana?- Preguntó con una sonrisa nerviosa, mientras el omega le extendía un casco.
-Digamos qué estuvo medianamente bien. ¿Tú?- Taehyung se subió a la moto y abrazó al peli negro.- Oye... ¿qué mierda...?- Jungkook pudo sentir el amaranto y hierba buena invadir sus fosas nasales, decidió ignorarlo, debía ser porque venía de casa de Yoongi y su amigo había dormido con aquella camisa puesta. Comenzó su camino a casa de Wang.
Taehyung olía constantemente la ropa del omega, tenía un delicioso aroma leve qué provocaba a su lobo. No podía ser posible. Cerró los ojos con fuerza deseando qué solo fuese su imaginación ya qué pasó todo el fin de semana sintiendo tristeza ajena, no podía ser Jungkook, él le daba mucho miedo.
Sintió paz cuando divisó la casa de Jackson, se sentía mareado por el olor y la manera en la que el omega manejaba.
-Por fin, tierra firme.- Ambos esperaron a qué Jackson les abriera. Taehyung disimuló olfatear al pelinegro, aún olía a manzana pero era muy leve, ahora podía sentir el aroma a talco de bebé y leche de plátano.- ¿Tú tienes un bebé?- Tan pronto hizo la pregunta se arrepintió, la mirada del omega le dió terror.
-¿Qué?
-Nada, es solo que hueles a talquito de bebé y a.. ¿leche de plátano?
-La leche de plátano es porque lo acabo de tomar... mi otro aroma es de fresa.
-Chicos, pasen.
Jackson les explicó dónde tenía las cámaras, también aprovecharon a ver el video donde Jungkook había golpeado a Kwangmin, ambos alfas parecían disfrutarlo mucho.
-Del pasillo y las habitaciones tardaríamos mucho buscando el momento exacto. Si quieren, le pediré a alguien qué lo encuentre y se los muestro mañana.- Jungkook se lo pensó. Realmente quería saber quién era aquel tipo.
-Está bien. Gracias.- Taehyung se despidió con una sonrisa y siguió a Jungkook.- Te invitaré una bebida y un postre como agradecimiento.
-¿Gracias?- El peli azul se subió a la motocicleta de nuevo, rezando por la luna qué no tuviesen algún tipo de accidente.
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