Aquella vez, la estrella fugaz que cruzo por la oscuridad del cielo al anochecer se vio opacada por el primer llanto de Draco, que con la fuerza de su nacimiento ceso el dolor de Narcissa y causo que lagrimas bañaran sus ojos en alivio al dejarse caer en la suave cama que había sido testigo del doloroso proceso, mientras él acunaba a la pequeña figura sonrojada de su hijo, amando la manera ceñuda en que lo miraba, tal vez por el atrevimiento de enfrentarlo a la intemperie de la vida o de no acercarlo de inmediato a su madre.
Así, con las mejillas humedecidas y el corazón errático beso su diminuta nariz en adoración, mirando a su alrededor donde la sangre derramada de su esposa era desaparecida y todo rastro de las horas de agonía e incertidumbre se iba, tomando un momento para que la calidez de Draco llenara su alma y dejara atrás el miedo que durante su espera había ocasionado.
Temeroso en todo momento de romperse en cuanto lo alejaran de sus brazos camino hacia Narcissa que con el cabello rubio pegado a su rostro por el sudor del esfuerzo lo recibía sonriendo con ternura, esperando por su hijo y sabiendo cada uno de los demonios con los que cargaba; el temor de no conocer a su constelación o perder a la mujer que amaba en el intento.
Tomando en brazos a Draco mientras este cerraba los ojos y se acurrucaba en su pecho, su esposa lo arrullo con palabras de amor, confesándole cuanto habían esperado solo por el placer de verlo llegar a su familia, lo mucho que los hacia feliz solo tenerlo en sus brazos y todo lo que darían por ser mejores padres que aquellos que habían conocido en su crianza. Arrodillándose a su lado y sonriendo con felicidad los cuido hasta que ambos durmieron y el cielo perdió su oscuridad por un amanecer demasiado cegador que cargaba su futuro junto a la promesa de una nueva generación sin sus errores ni estigmas.
Siendo a partir de ese instante la adoración que ambos le profesaron a su heredero careció de límites, llevándolos a cuestionarse todo lo que conocían como sangrepuras, recordando su infancia parecida a un borrón de lecciones de comportamiento y un hogar vacío. Conductas que se negaban a repetir de sus padres, ahora muertos, buscando labrar un camino de felicidad para Draco, dejando sus prejuicios de lado y la tradición que los ataba.
Encontrando poco después su primer desafía dentro de sus vidas al nombrar a Severus como el padrino de su hijo, sobre su condición de mestizo y su matrimonio con Black, comenzando los rumores en círculos cercanos que advertían sobre su conversión a ser traidores de sangre en poco tiempo, en cambio ignorando los chismes a favor de danzar bajo la luz de las estrellas con el cuerpo de su bebé entre sus figuras hasta crear una barrera que los protegiera de las palabras hirientes.
Sin embargo, tras los años, las preocupaciones se acumularon junto a los susurros de otras familias puristas, hasta ser llevados a pasar inadvertidas las coincidencias alrededor de Draco por protegerlo del exterior, en contraparte dentro de la mansión los deseos de su hijo se volvían la realidad de los demás, por más inocentes que fueran tenían consecuencias directas, la primera Severus que aun con su joven matrimonio se vio mudándose a Malfoy Menor, a la espera de formar su propia familia y uniéndose a la suya para la dicha de Draco.
Que con la impresión a flor de piel junto a la extraña magia de su dragón arremolinándose en su entorno buscaron respuestas en libros de antigua magia que se había vuelto un mito con el pasar del tiempo, en mentores como Dumbledore o en otros famosos magos fallando en cada intento, así que crearon su propia solución bajo presión, una historia, sobre un pequeño aventurero con el don de las estrellas, que debía cuidar y de él no abusar, entre risas y abrazos la repitieron cada noche en voz baja, casi confidencial, esperando que funcionara, que la sociedad mágica nunca descubriera la verdad.
A pesar de ello, a los siguientes años los rumores entre magos nacieron, la indiscutible verdad decía que un heredero Malfoy siempre obtendría lo que deseaba, inclusive cosas que atentaran con su estatus de sangre, sin embargo, no había facilidad ni explicación segura al hecho de que sus interacciones se volvieran amigables a familias como los Potter o Weasley. Generaciones atrás el mero pensamiento de que puristas de sangre como lo eran terminaran conviviendo con traidores de sangre era ridículo, pero para su exalto Draco encontró interesante la sola existencia de los gemelos de la familia pelirroja y en su inocencia deseo conocerlos, orillándolo a hacerlo aun con todos sus prejuicios hasta que su propia voluntad supero a la de su hijo y acepto que no haría feliz a nadie con sus creencias.
ESTÁS LEYENDO
Umbrella
FanfictionEl heredero de los Malfoy nació bañado con la bendición de una estrella fugaz, consiguiendo que obtenga todo lo que desea, así sea una túnica bonita, el último modelo de una escoba o al heredero de los Potter. El problema es que Lucius es demasiado...