PARTE I

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La joven japonesa encendía las velas blancas que rodeaban su elegante tina. Eran 6 velas en total, una para cada enemigo ya fallecido y lentamente torturado por ella y su linda novia.

—Cariño ¿Ya acabaste?— Se escuchó una voz que se aproximaba al baño. La puerta del baño se abrió y entró con una toalla rodeando su pequeño cuerpo.

—Te ves hermosa, Dahyun.— Dejó de encender las velas y se apresuró a besarla con dulzura, como amaba a esa peliazul. La tomó de la mano para darle una vuelta y detallarla mejor, le encantaba el color de su piel.— Falta solo una.— Le dio un beso en la mejilla para después regresar a encenderla.

Aparentaba ser solo un baño romántico de la linda pareja... pero no. Su tina no estaba llena de agua con sales de baño o burbujas con aromas agradables, esta estaba un poco más arriba de la mitad llena con la sangre de las personas que les habían hecho daño o faltado el respecto en más de una ocasión.

—Ven, Snowball.— Momo se incorporó de un salto y llamó a Dahyun para entrar juntas en la tina. La menor se quitó su toalla sonriendo para luego tirarla a sus pies.

—Momo, apúrate. Se va a enfriar.— Se metió en la tina sin sentarse aún mientras la pelinegra se deshacía de su bata de baño. Momo se metió en ella, tomó sus dos manos con delicadeza y besó cada una dándole una intensa mirada a Dahyun.

—Es hora.— Poco a poco fue agachándose hasta que ambas quedaron sentada frente a frente en la gran tina.— Se siente...— Con su mano izquierda jugó con el líquido espeso.— Bien.

—No pensé que se sentiría tan delicioso, Momo.— Levantó su vista hacia la chica del enfrente.— Con la luz de las velas puedo apreciar tus perfectos detalles...— Estiró su mano para acariciar el rostro de la pelinegra, manchándola de sangre en el proceso.— Estoy tan jodidamente enamorada de ti.— El rostro de Momo se iluminó con una hermosa sonrisa mostrando sus dientes y haciendo que sus ojos se convirtieran en pequeñas líneas.

—Yo también también estoy enamorada de ti, Dahyunie. Nadie volverá a hacerte daño nunca más, yo misma me encargaré de eso, amor.— Se arrimó más hacia a ella para darle un abrazo. La menor rodeó la cintura de su novia con sus piernas y se sentó en su regazo. El dedo índice de la pelinegra hizo un camino desde el vientre de Dahyun hasta sus pechos, al llegar ahí comenzó a hacer garabatos en sus clavículas y pálido cuello, haciendo reír a su novia.

—Basta, Momoring.— Decía riéndose del toqueteo.

—Nunca.— Tomó su nuca y estrelló sus labios contra los de la peliazul, moviéndose frenéticamente al compás de las caderas de Dahyun. Jaló su pelo hacia atrás con cuidado para chupar y morder su mandíbula. Su mano libre se situó sobre la parte íntima de su chica, gracias a la sangre podía acariciarla más rápido y estimular su clitoris.

—Momo... por favor.— Sabia que la pelinegra amaba que le rogasen.— Ve más r-rápido.— Movía sus caderas contra los dedos de la mayor para crear más fricción.

—¿Estás ansiosa, Snowball?— Le susurró sobre sus labios lamiendo sus mentón lentamente sin romper su contacto visual en ningún momento. Dahyun asintió avergonzada.— Aww, cariño.

—No te burles...¡Mhmm!— La mayor con cuidado introdujo la punta de su dedo medio en la intimidad de la peliazul.— A-Ahh, Dios.— Momo podía sentir lo acogedor de aquel lugar en su delgado dedo, lo introdujo los más que pudo viendo las expresiones de su novia.

—Se siente genial, Dahyunie.— Jadeó besando la parte del cuello de la otra libre de sangre. Abrió su boca y mordió fuerte la zona.

—Mierda, M-Momo. Vas a matarme... Agh.— Tiró su cabeza hacia atrás recostándose del borde de la tina. Sintió como otro dedo era agregado y bombeado más rápido en su interior.

—¿Te gusta esto?— Gimió en su oído para después morder su cartílago.

—Mhmm. Me encan... ¡Maldición!— Momo curveó sus dedos hacia arriba tocando el punto sensible de la mejor, causándole un fuerte temblor en todo el cuerpo.— ¡Más rápido, cariño!— Saltó sobre los dedos para llegar a su deseado orgasmo lo más pronto posible.

—Te amo...— La pelinegra miraba encantada como Dahyun se mecía y saltaba sobre ella con los ojos cerrados y la cara salpicada con pequeñas gotas de sangre. De sus labios salían murmullos intendibles en voz baja.

—T-También te a-amo, cariño.— Su vientre se contrajo y sus paredes se apretaron alrededor de los dedos de su novia. Momo supo que estaba cerca así que tocó su punto interno y frotó su clitoris.— Mierda...¡Ahh!— Su grito de placer inundó el baño causando un eco.

—¿Snowball?— Preguntó Momo abrazándola y acariciando su espalda con las yemas de sus dedos.

—Eso estuvo asombroso, creo que voy a...— La pequeña se durmió en el hombro de su novia soltando una risita tierna.

—Eres un amor, Snowball.— Besó su cuello y se levantó con ella hacia la ducha para quitarse la sangre de sus cuerpos y enjabonarse. Momo siempre amaría el contraste de la sangre oscura contra la piel color nieve de la menor. La secó con sumo cuidado para después ponerle su pijama de unicornios.

—Buenas noches, Dahyunie.— La acobijó con varias mantas para que no tuviese frío, la abrazó por atrás rodeando su cintura con su brazo y apagó todas las luces para descansar.

N/A: Si, se que estuvo un poco raro esta historia pero se me ocurrió de la nada, se que a muchos les gusta el DahMo así que de nada 😉. En la última parte explicaré mejor la historia y el porqué una ducha de sangre 💉💉💉

Sweet Shower [DahMo] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora