Mío!

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Me senté junto al balcón...
Donde el viento ondeava los pliegues de mi vestido...
Su voz en mi mente, cuál niño perdido...
Una delicada lágrima, pero llena de nostalgia salió de mis negros ojos...
Suspiré, al sentirme tan lejos pero tan amada por él...

De pronto el suave viento se convirtió en un tormento..
Sostuve mi vestido...
Las lágrimas al verlo tan lejos se convirtieron en tristeza...
Lloré entonces al sentir mi alma ahogandose, en una gotera...

Como pudo aquel niño arraigarse en mi corazón...
Cubriendo todo, y llenandome de amor...
Sus voz es una de las más hermosas...
Su cuerpo es el lugar que siempre visitó...
Por que es tan perfecto...
Y no quiero sonar pervertida, pero él esta para "chuparse los dedos"...

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