Capítulo 1

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Es imposible saber lo que el destino nos tiene preparado por vivir, es imposible adivinar el futuro, o saber como actuaremos en alguna situación; una vez leí que lo inesperado es lo que te cambia realmente la vida y justo así me pasó cuando lo conocí a el, fue tan mágico, tan único y a la vez desgastante e hiriente. Pero, me estoy adelantando mucho, es mejor comenzar por donde se debe, el principio y comienzo de lo que pudo ser la mejor o peor etapa de mi vida.

Soy Ellie Roberts, y les contaré mi pequeña historia de ¿amor? 

Era temprano, y como de costumbre los gritos de mi madre llamándome a desayunar retumbaron en mis oídos 

- ¡¡¡¡Ellieeeee!!!! Es hora de desayunar, ya son las 10 de la mañana niña, debes comer algo. 

-Aggh, ¡odio desayunar!. Dije para mis adentros. 

Bajé a desayunar y ya me estaban esperando unos ricos hot cakes con tocino y mantequilla, si bien, era mi platillo favorito pero, no en la mañana, realmente desayunar me da mucho asco y trato de comer lo menos posible, aunque todos digan que es la comida más importante del día, yo la odio.  

-¿Por qué me cuesta tanto trabajo despertarte hija? Dijo mi madre con un tono de cansancio y enfado al mismo tiempo. 

- Simplemente, despertar no es lo mío má, además no tengo porque despertarme temprano, si mis clases comienzan a las 3 de la tarde. Dije frustrada 

-¡Pero es importante que desayunes! Fijó su vista en mi. Debes comer, te enfermarás si no lo haces, recuerda que padeces un poco de anemia y si no te cuido ahorita a la larga vas a caer enferma y de gravedad. Esta vez su tono ya no era de enfado, si no de un poco de preocupación por mi salud. 

-¡Ya sé, ya sé! no tienes que decírmelo a cada rato, es solo que...me cuesta trabajo ¿si? trataré de mejorar, ya no te enfades. Me acerqué a ella y besé su frente, después le di un trago al jugo de naranja que me preparó y en verdad no sabía nada mal.

Después de la pequeña diferencia desayunamos juntas y seguimos platicando de cosas aleatorias, en lugar de madre e hija éramos como mejores amigas sin años de verse.

Ya eran las 11 de la mañana y mi madre se había ido a trabajar, así que era mi momento de paz porque me quedaba completamente sola, así que decidí relajarme, después de todo, era el primer día de clases después de unas largas vacaciones de dos meses, y tenía 3 horas para arreglarme, lo que me sobraba era tiempo, por lo que decidí, tomar un baño relajante, llené la tina y le agregué unos cuantos jabones y sales aromáticas que había en el baño. Luego de media hora haciéndome tonta, comencé a bañarme bien y salí enrollada en mi toalla morada directo a mi habitación para arreglarme e ir a mi primer día de clases de tercer semestre en el Gran Colegio. 

Quise arreglarme decente, pero no tan llamativa, me puse unos jeans ajustados, un top blanco liso, una camisa de franela a cuadros roja encima, y mis tenis blancos favoritos, para ser sincera mi outfit fue muy 2015 pero me hacía sentir cómoda y no me veía mal, planché mi cabello y lo arreglé en una cola de caballo alta, me maquillé no muy saturada, solo mi base, ricé mis pestañas, apliqué rimel y mi labial rojo. El tiempo se pasó rápido y cuando vi el reloj ya eran las 2:15 PM, alisté mi mochila y me dirigí rumbo a la escuela que ya conocía perfectamente. 

Endless LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora