Carta 1: Dios sobre todo

352 9 2
                                    

Querido Lector:

Posiblemente comprenda lo que estés pasando, posiblemente tú sientas que yo no lo voy a comprender. Pero lo hago, comprendo cada uno de los problemas por los que te encuentres, ¿sabes por qué? Porque soy una persona y como todos, he tenido problemas. Tal vez algunos sean diferentes a otros y sean más graves, pero evidentemente un problema es un problema, no importa la capacidad que una persona tenga para resolverlos, un problema es un problema. ¿Sabes algo? No importa por qué problemas estés atravesando, estoy completamente segura de que las respuestas que me dieron a mí, te servirán a ti.

Cuando sientas que nadie en el mundo te ama, recuerda que Dios entregó a su único hijo por ti. Cuando sientas que el mundo te ignora, recuerda que Dios siempre te escucha. Cuando te encuentres solo, recuerda que Dios está a tu lado. Cuando no confíes en nadie, entrégale a Dios tu vida y tu corazón. Cuando sientas que estás inundado en la soledad, recuerda que Dios te está tendiendo la mano para que la sostengas y te levantes. Cuando no tengas las fuerzas para seguir adelante, Dios te tomará en sus manos y caminará contigo hasta que tu fuerza se renueve. Cuando sientas que nadie te ayuda o que nadie te da un buen ejemplo, Dios está esperando en las puertas de tu corazón a que permitas que su Espíritu Santo entre en tu vida. Cuando sientas que no eres suficiente, hoy Dios te dice que te ha hecho su más hermosa creación. Y si todavía sigues pensando que nadie te ama, repite en tu mente, en tu alma, en tu corazón que Dios te ama.

¿Nunca te has preguntado por qué al darle tu vida a Dios, es cuando más problemas y tentaciones vienen? La respuesta es muy simple; hay alguien allí abajo que odia cuando alguien más fuerte que él le entrega su vida a Dios. En mi experiencia propia, y la que vivo actualmente, me doy cuenta que muchas veces uno da su mayor esfuerzo para ser reconocido por las personas cerca de nuestras vidas y nunca se toman el tiempo de decirte que lo has hecho bien. Y muchas veces es esa ausencia de cariño amistoso lo que nos lastima. Tantas veces no me he sentido menos que mis cercanos por no lograr lo que ellos sí. Pero lo más importante, no es ser reconocido por las personas, sino que Dios se dé cuenta que estás multiplicando los dones que él te ha dado por medio de su espíritu.

En mi vida, muchas veces he querido que la gente a la que admiro, note mi trabajo duro con lo que hago, que noten que Dios actúa en mí, pero muchas veces no lo hacen y no se dan cuenta de lo hiriente que puede llegar a ser. Aunque lo único que debe importar es que Dios se mantenga a nuestro lado, proporcionando su apoyo en nosotros, muchas veces, y es normal de un ser humano, le damos prioridad a lo que otros digan de nuestros esfuerzos sin darnos cuenta de que debemos hacer sentir orgulloso solamente a Dios.

Hay algo de lo que nunca hablé con mis amigos, y que lo comenté a muy pocas personas. Es que tantas veces he sentido mayor apoyo en otras personas que en mí. Siempre intenté destacar para que alguien reconociera que yo estaba haciendo algo en el nombre de Dios. Sin embargo, nadie me dio su apoyo. Muchos estaban tan ocupados apoyando a otras personas que nunca se dieron cuenta de lo mucho que me lastimaban. Yo solo pedía un pequeño comentario acerca de mi trabajo que me motivara a seguir adelante, pero no lo hicieron. Me hirieron y yo los perdoné, porque eso es lo que Dios te enseña, que hay que perdonar como él nos perdona.

Pero es que vivimos en un mundo en el que se acostumbra destacar, y muchas veces es eso lo que nosotros deseamos. Quisiera poder expresar todo lo que siento, para que puedas darte cuenta que de algo doloroso, puedes salir adelante. Pero creo que no voy a decirlo, puesto a que tú mismo tienes las fuerzas para salir adelante. A mi nadie me ayudó a salir adelante y puedo asegurarte que hoy por hoy, estoy orgullosa de quien soy. ¿No te parece injusto apoyar mucho a tus cercanos y no recibir apoyo de ellos? Pues así mismo me sentía yo. Pero, ¿sabes? Hoy soy una persona fuerte, y aunque muchas veces caigo y me lastiman, me levanto y sigo adelante, porque Dios vive en mí.

¿Por qué nos aprendemos mil y un canciones y no tenemos tiempo de aprender alabanzas? ¿Por qué podemos hablar de drogas y otras cosas pero no tenemos tiempo para hablar de Dios? ¿Por qué nos inculcan a decir mentiras pero no nos inculcan a difundir la palabra de Dios? Toma un solo segundo conocer a Dios, un minuto para entregarle tu vida y una eternidad para olvidar los milagros que hizo en tu vida.

Y lo que quiero que sepas cuando leas esto, es que a pesar de los problemas, de no sentir apoyo, de sentirte solo y de los ratos en los que parece que nada marcha bien en tu vida; Dios te ama sobre todas las cosas.

Y tú, ¿le has abierto ya tu corazón a Dios? No esperes a hacerlo, lo que recibes es mucho. Recibes la fuerza de Cristo, recibes al Espíritu Santo y tu corazón se llena del amor de Dios. No esperes para entregarle tu vida al señor, él necesita de tu servicio ahora mismo.

¿Y si el mundo no me ama? Una carta al que necesita de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora