Historias Alternas.

Sentimientos Encontrados

Ha llegado el momento de nuestra despedida. Sentimientos encontrados y una canción sin terminar.

"Con dolor he decidido decir adiós. Tu amor no es para mí, yo lo tengo que aceptar y alejarme de ti..."

Parpadeó y leo una y otra vez, esa única línea que he escrito hasta el momento. Arrancó una vez más la hoja de la libreta y de nuevo vuelvo hacer una bola de papel con ella que para en el cesto de basura, junto con mis otros diez o quince intentos más por terminar la canción, la cual será la pieza musical con la que nos despediremos de nuestras seguidoras.

Frustrado estrello mi cabeza, una, dos y tres veces contra el escritorio, sin tener una idea de cómo poderme concentrar y terminar de componer.

– ¡No puedo! ¡No puedo! y ¡no puedo¡ me repito una y mil veces, porque me tuve que enamorar de esta manera, porque?.  Y por más que trato de sacarla de mi mente simplemente no puedo. ¿Porque? si sé que conmigo no puede ser feliz, simplemente no paso la página y sigo adelante.

Es que precisamente ella, que tiene todo un futuro ya resuelto que la espera, que está llena de obligaciones, compromisos, con los suyos y su planeta, lograra tatuarse de tal forma dentro de mí, porque? Y lo peor de todo es, que lo tiene que tener a él, cuan dichoso es sin saberlo, que podrá pasar el resto de su vida a su lado, que no daría yo, por estar en su lugar, contar con la fortuna y ser dueño de cada uno de sus pensamientos, sus suspiros, sus caricias, sus afectos, sus besos, pero lo más importante la persona que camine a su lado.

Con cada intento de olvidarla, mil recuerdos bombardean mi mente con todas las cosas que hemos pasado, no cabe duda que soy un masoquista aferrado a una idea que no puede ser.

Tomó una guitarra y empezó a afinarla, tratando de ordenar los estragos en mi cabeza.

Esto sin duda tenía deprimido al pelinegro, la chica rubia de sus sueños había movido dentro de él toda una serie de sentimientos y emociones. Si bien, la misión de ellos tres en la Tierra, habían finalizado faltaba poco tiempo para marcharse.

De fondo se escuchaba el ruido de una televisión, los chicos estaban viendo las noticias.

– ¡Mira Seiya! El grito de mi hermano, escuchándose hasta mi habitación –Están anunciando nuestro concierto de despedida. – Exclamó Yaten. –Estoy emocionado, pronto nos iremos y estaremos en casa.

Seiya dejó de lado la guitarra y se acercó al sofá donde estaban Taiki y Yaten, se apoyó en el respaldo fijando su atención a la televisión, una reportera se encontraba fuera del auditorio dando los detalles del concierto de despedida, de fondo se escuchaban gritos eufóricos de mujeres, todas ellas estaban emocionadas por verlos, pero tristes porque sería la última vez.

Ahí estaba él, de pie, viendo hacia la televisión, pero sentía como si no estuviera ahí, oía el ruido pero no escuchaba, solo los latidos de su corazón resonaban en su cabeza, debía terminar pronto la canción, ya que el concierto sería mañana.

Dio media vuelta sin decir nada, los chicos giraron sus cabezas para observarlo, desconcertados, se miraron fijamente y decidieron dejarlo solo, sin decirle nada.

Seiya volvió a su cuarto y tomó la guitarra de nuevo. Las cuerdas emitían un agradable sonido, debía convertirlo en una canción para su amada...su amada Bombón.

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En otro lado de la ciudad.

Los primeros rayos de sol entraban por la ventana, cayendo sobre el cabello rubio de Usagi, que se encontraba acostada.

No dormía, lo cual era una sorpresa viniendo de una chica perezosa, aferrada a su almohada, unos hilos de lágrimas corrían por sus mejillas.

–Usagi. Dime ¿Qué puedo hacer por ti?