Paciencia. Tiempo. Tal vez un poco de agua fresca y tierra fértil.
Como a una pequeña semilla, del tamaño no mayor a la de tus dedos, con una fragilidad que podría dejarla inerte al presionarla demasiado. Fragilidad. Oh dulce fragilidad. Nos da la fuerza para creer que estamos sobre todo lo que fácilmente se quiebra, corrompiendo al sediento de poder. Pero en sus casos más humildes nos demuestra la bondad que tenemos al respetar esa fragilidad, cuando la fragilidad se convierte en delicadeza.
La delicadeza deriva del amor que le tenemos al objeto o persona por su fragilidad por nuestro deseo de que perdure o que se mantenga inquebrantable. La delicadeza de crecer, sin apresurar las cosas. All natural. La paciencia logra cosas hermosas, frutos que perduran. Sí, como los de una hermosa flor.
