Beomgyu se encontraba en una situación complicada. La mirada de desaprobación en el rostro de su hermano mayor lo hacía sentir incómodo, especialmente porque sabía que su olor a omega estaba siendo evidente.
"Lo siento, no quería demorarme tanto," murmuró Beomgyu, tratando de evitar el conflicto.
"¿Un problema con un amigo? ¿Eso te llevó tanto tiempo resolver?" su hermano frunció el ceño, claramente escéptico.
Beomgyu bajó la mirada, sintiendo la vergüenza de su condición de omega. "No fue exactamente eso... fue más complicado."
"¿Más complicado?" su hermano se cruzó de brazos, claramente molesto. "¿Qué pasa contigo últimamente? Hueles como si..." se detuvo de repente, como si algo hubiera hecho clic en su mente.
"Huele como si fuera un omega en celo," completó Beomgyu, sintiendo un nudo en la garganta. "Lo sé, lo siento. Mi amigo no pudo controlarse."
"Mira, entiendo que no puedan controlarlo, pero debes tener más cuidado. Mamá y papá estaran empezando a notar algo raro también."
Beomgyu asintió, sintiéndose aún más avergonzado. Después de que su hermano se retirara, Beomgyu subió a su habitación y sacó su teléfono. Necesitaba hablar con alguien que lo entendiera, alguien que no lo juzgara por algo que estaba más allá de su control.
Abrió un mensaje y comenzó a escribir a Taehyun, su mejor amigo:
"Taehyun, estoy en un lío. Mi familia esta pensando que soy un omega por mi olor. No sé qué hacer, me siento tan atrapado. ¿Puedo pasar la noche en tu casa? Necesito alejarme de aquí por un tiempo. Por favor, dime que sí."
Envió el mensaje con la esperanza de que Taehyun estuviera disponible para ayudarlo a escapar de esa situación tan incómoda.
Beomgyu miró fijamente su teléfono, esperando desesperadamente la respuesta de Taehyun. Sin embargo, cuando la notificación apareció en la pantalla, su corazón se hundió. "Lo siento, Beomgyu. Mi familia necesita que me quede en casa esta noche. ¿Puedes hablar con tus padres? Tal vez puedan entenderte si les explicas lo que está pasando."
Beomgyu suspiró con resignación. Sabía que no podía contarle a sus padres sobre su condición de omega. No estaban abiertos a aceptar esa parte de él, y temía que lo rechazaran si lo descubrían. Decidió salir a tomar aire fresco y despejar su mente, así que se puso sus zapatos y salió de casa.
Caminó sin rumbo fijo hasta que llegó al parque, donde se sentó en un banco y miró al horizonte. La brisa fresca le reconfortaba, pero todavía se sentía atrapado en sus pensamientos y preocupaciones.
De repente, un chico se sentó a su lado sin decir una palabra. Tenía el cabello oscuro y una mirada amable en sus ojos.
"¿Estás bien?" preguntó el chico, rompiendo el silencio.
Beomgyu asintió, aunque no se sentía realmente bien. "Sí, solo estoy teniendo un día difícil."
El chico asintió comprensivamente. "A veces, los días difíciles nos recuerdan lo fuertes que somos. No importa lo que estés enfrentando, sé que puedes superarlo. Eres más fuerte de lo que crees."
Beomgyu se sintió reconfortado por las palabras del desconocido. Agradeció la conversación, pero cuando quiso preguntarle su nombre, el chico ya se había ido, dejando una nota en el banco.
"Para el chico fuerte que está pasando por un momento difícil: recuerda, las tormentas no duran para siempre. Eres capaz de brillar incluso en la oscuridad más profunda. Confía en ti mismo."
Beomgyu sonrió, sintiéndose un poco más ligero. Guardó la nota en su bolsillo y se levantó del banco con determinación. Sabía que las cosas podían ser difíciles, pero también sabía que podía superar cualquier desafío que se presentara en su camino.
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Falsa Identidad -YEONGYU
Acak-Jodete Yeonjun- dije yo intentando correr. -Beomgyu espera- dijo cogiendome fuerte -Que te jodas...