El Mercader

Odio Sentirme vivo. Bien ahora tengo que explicarme. Déjame pensar.Entre un par de cigarrillos, tirado en el suelo escuchando dulces melodías que solo encuentro en mi cabeza. Aquella bella dama de ojos marrones y piel suave se acerco a comprar mi alma, titubeando y dudando sobre si realmente tenga valor alguno tan pobre esencia. La miro a los ojos, ella se eleva y luego baja. Con monedas en mano se cierra el trato. Un alma, una mujer y un ser en penumbras. La mujer se levanta llevando su compra. ¿Realmente cuanto pago por ella? En los brazos del mercader y al desprenderse, el alma, dueña de dos valores diferentes se deja llevar tranquilamente. Si algo tan puro y esencial puede ser comprado, ¿que valor podrá haber tenido para el ser abrazado en humo de cigarrillo? Al fin al capo, ya dejan de ser preguntas validas del tiempo, el alma ya se ha ido, con una nueva dueña que le encontrara el valor necesario a su compra, eso deja de estar en el poder de mis manos. Déjame pensar....