Un día normal

Capítulo 2 : Conociendo al Protector

Sam se despertó temprano a la mañana siguiente, todavía parcialmente cansado del día anterior, gimió suavemente y miró su teléfono. Los números brillantes en la parte superior de la pantalla dicen 6:02 am. Genial, ya estaba sintiendo la necesidad de enfrentarse a la palma hoy.

Suspirando derrotado, quitó las mantas y se levantó lentamente de la cama, saboreando la calidez de su acogedor colchón y perdiendo la prosperidad que ya ofrecía su manta.

Agarró un par de jeans negros, una camisa azul y una camisa roja con botones a cuadros, y un par de boxers al azar, corriendo al baño para darse una ducha rápida. Una vez lo suficientemente refrescado para el día que tenía por delante, tomó su teléfono y la billetera de su habitación antes de correr silenciosamente escaleras abajo hacia la cocina. Allí, escribió una breve carta para sus padres, informándoles cuándo se había ido y cuánto tiempo estaría fuera, antes de tomar las llaves de su camioneta y salir de la casa, cerrando la puerta trasera y bloqueándola detrás de él.

Silbando una melodía suave, Sam abrió la puerta de su Western Star y subió suavemente al asiento del conductor. Cerró la puerta e insertó las llaves en el encendido, con un giro de muñeca el motor del camión cobró vida alegremente.

"¡Está bien! Creo que un buen trabajo de pintura nuevo está en orden, ¿cómo suena, grandullón?" El adolescente le dio una palmadita al tablero, sacando la camioneta del camino de entrada de sus padres y hacia la calle.

Sam notó brevemente que el viaje fue mucho más suave que el día anterior. Pero se encogió de hombros para alejar el pensamiento, aunque todavía estaba haciendo una nota mental para mirar debajo del capó más tarde.

Llegó a la casa de Miles unos minutos antes de lo programado, estando en un vehículo real y todo, saltó de la camioneta, sonriéndole tímidamente a Miles mientras su amigo caminaba hacia él, su boca colgaba abierta boquiabierta mientras abiertamente le gritaba al Western Star. .

"Yo-, Cómo-, ... ¿Qué? " Miles jadeó, con los brazos levantados en un gesto de desconcierto. Sam se encogió de hombros, frotándose tímidamente una mano por la parte posterior de su cuello. "Lo sé, lo sé. Es solo. ¿Cómo no podría?" Se mordió el labio, luchando por contener las risas. Dio un paso atrás con una sonrisa cuando Miles lanzó sus manos al aire, casi golpeándolo en la cara, y se quejó; "¡Dándote la vuelta!" Sam soltó una risita, con el rostro arrugado por la diversión. "¡Dijiste que ibas a comprar un auto ! ¡No un camión!" Una risa sin aliento escapó de Sam, y Miles frunció el ceño en algo más tierno, "¡Lo sé! ¡Pero, míralo! ¡Es glorioso!" Miles se pasó las manos por la cara, suspirando exasperado.

"Amigo, ¿cómo vamos a conducir a la escuela en esta cosa? ¿Cómo vamos a conducir a cualquier parte ?" Él gimió, dejando escapar un gemido, expresión de puchero. De repente, la camioneta emitió un chillido bajo y fuerte . Sam saltó de la sorpresa mientras Miles se echaba hacia atrás como un gato asustado, mirando boquiabierto al semirremolque. "¿¡Qué diablos fue eso !?"

Sam se volvió para observar su camioneta durante uno, dos latidos antes de enfrentarse a Miles con una expresión pensativa: "Lo acabo de atrapar ayer y, de hecho , estoy a punto de bajar y recoger pinturas y cosas del depósito. Estaba, ya sabes, un poco esperando que te unas a mí ... "Frunció el labio inferior en un puchero, los ojos brillando con súplicas humorísticas.

Miles lo fulminó con la mirada a medias y resopló, murmurando incoherentemente en voz baja, antes de que finalmente hablara: "Fiine. Pero después de esto, pasaremos el día juntos, ¿entendido?" Preguntó a Sam, dándole una mirada mordaz mientras caminaba hacia el lado del pasajero.

Sam sonrió alegremente, celebrando en silencio su triunfo, eso fue un buen negocio para él. Siguiendo rápidamente a Miles y subiendo al asiento del conductor, Sam vio como su mejor amigo miraba alrededor de la cabina, aparentemente escudriñando el interior con sus ojos. "¡Seguro!" Sam sonrió, riendo suavemente cuando Miles puso los ojos en blanco.