𝐄𝐢𝐧𝐞𝐫

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"𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚, 𝐧𝐨 𝐭𝐞 𝐥𝐢𝐦𝐢𝐭𝐞𝐬 𝐚 𝐥𝐨 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥 𝐲 𝐠𝐨́𝐳𝐚𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐬𝐞𝐫."

Era una clase perdida, los once compañeros presentes se encontraban cansados, al parecer el idiota del profesor solo optó por faltar y dejar el triple de trabajo que se supone harían ese día

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Era una clase perdida, los once compañeros presentes se encontraban cansados, al parecer el idiota del profesor solo optó por faltar y dejar el triple de trabajo que se supone harían ese día.

Los estudiantes cansados e irritados comenzaron a quejarse y de inmediato buscaron distracciones, jugando videojuegos, platicando, un par de estudiantes se encontraban dibujando, otros se levantaban, todo era algo inocente, tal vez un coqueteo por aquí, otro por allá pero todo de manera inocente.
O bueno, eso hasta que una idea que sonaba bastante divertida se le ocurrió a uno de los ahí presentes.

-¡Votemos! -Dijo en voz alta un chico con cabellos plata a sus demás compañeros. "¿Quién tiene los mejores labios del instituto?"

-Joder, somos muy grandes para esto. - Se escuchó murmurar a una chica desinteresada, rodando los ojos después de sus palabras.

-¡JiMim! -Casi gritó una de las presentes para después morir avergonzada por sus estupidos impulsos.

-Yo también creo que Park tiene los mejores labios. - Comentó otro chico de una manera pícara, se podía observar su labio inferior ser apresado entre sus dientes al pensar en el chico que robaba los suspiros de muchos alumnos en esa academia.

Finalmente los once compañeros llegaron a la misma conclusión. Los hermosos labios de Park JiMim eran los mejores.

-Hagamos un juego. - Propuso el mismo y sonriente chico que portaba aquellos cabellos plata llamando la atención de los presentes.

-¿Qué juego?- Preguntó dudoso un chico que llevaba los cabellos de los colores de un anaranjado amanecer.

-Quién logre besar, enamorar y después romperle el corazón al popularmente virgen de Park JiMin, tendrá lo que quiera de nosotros.- Retó el peligris con una ligera sonrisa de lado. -¿Voluntarios? Recuerden que nuestro pequeño chico de Busan solo se siente atraído por hombres.-

Un silencio recorrió la sala, seguramente nadie se lanzaría a hacerlo... ¿Cierto?

-Joder que nenas. - Se escuchó una masculina voz llamando la atención de todos en la sala. -No podría llamarme Jeon Jeongguk si no pudiese aceptar una apuesta como esta. - Una sonrisa completamente egocéntrica se asomo por los belfos del chico con cabellos oscuros y negros como la noche. -¿Acaso soy el único que le tiene ganas a ese bombón?- Dijo sabiendo con certeza la respuesta a su pregunta y sonriendo maliciosamente por las muecas que delataban a sus compañeros y los deseos que tenían con el pequeño nombrado.

Un par de ojos con mirada felina se abrieron interesados, detuvo la música que emanaba de sus auriculares y, tras mover sus mentolados cabellos, mordió el piercing que adornaba sus delgados belfos color cereza. -Tengo que admitir que ese chico me llama la atención, además, aceptemos que es algo cansado no tener con quien jugar.- Comentó con un leve bostezo dejando impresionados a varios de los presentes. -No se por que se esmeran en apostar, tengo a media academia completamente loca, seguramente el es uno de esos que mueren por mi.- Dijo Min YoonGi pasando la lengua por sus labios completamente interesado en la situación, ¿Jeon Jeongguk? definitivamente no sería fácil estar en una apuesta de ese tipo, obviamente contra el.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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Por una apuesta. 𖧧 [En revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora