Cap 3. El encuentro

4 0 0
                                    

Lo había visto a él, estaba seguro que era él. El chico que  había prometido venir a verme estaba a tan solo unos metros de mí, no lo podía creer supongo que mí cara hizo una mueca la cuál hasta yo me echaría a reír.

Tadeo, el que siempre había dicho mil veces que si vendría a verme y conocerme, realmente estaba aquí, pero... ¿Sería por mí?
Me acerqué un poco más, casi quedando a su lado, pero no se dió cuenta ya que estaba distraído en su celular cómo escribiendo o buscando algo, pero por un momento volteó su mirada hacia mí y sus ojos casi se salen, quedó literalmente paralizado al verme. Cuando reaccionó de inmediato se lanzó a abrazarme, y obviamente no me resistí y también lo abrace. Me alegraba verlo en persona, a pesar de que hubiera sido una basura conmigo.

Duró unos cuantos segundos abrazándome e igual yo a él. Al separarnos le hice la pregunta de qué hacía él aquí, a lo que el respondió:

"vine a verte a tí"

En ese momento mi corazón se detuvo, sentí que mis manos y piernas temblaban, estaba nervioso. Hice como que no me había importado lo que había dicho y le pregunté que donde pensaba quedarse, él de inmediato me respondió:

"que no me preocupara, que él antes de venir acá había reservado un hotel".

Me quedé en shock con sus palabras ¿De donde había sacado el dinero para venir a "verme" como decía?
El trabajaba, pero recuerdo claramente que me comentó que su sueldo no era muy alto y que no contaba con los recursos como para viajar. Pero preferí  guardar esa pregunta para más adelante. Le pregunté cómo se llama el hotel y me dijo qué era el hotel "sol y mar" que estaba en la calle 12.

— Mierda — pensé.

Pensaba quedarse justamente en unos de los hoteles que estaba frente a la calle donde vivo. Si antes estaba nervioso ahora lo estaba mucho más.

Estaba oscureciendo así que le propuse acompañarlo hasta el hotel donde se quedaría, el aceptó y tomamos un taxi. En el trayecto me fue comentando de que estaba muy arrepentido de lo que había ocurrido, que lo perdonará y qué había hecho un gran esfuerzo para llegar hasta acá.

En eso solo actúe rápidamente y dije lo que primero que se me vino a la mente.

— ¿Y yo acaso te obligue a venir hasta acá? — dije siendo directo y viéndolo un tanto serio.

— no seas tan cortante ¿Quieres que me vaya? — dijo él viéndome a los ojos y tratando de dar como lástima.

— no soy tan malo como para hacerte perder un viaje. Ya estás aquí así que no queda de otra que darle play a lo que viniste hacer — comenté mientras iba distraído mirando por la ventana del auto.

— ¿Que haremos? — me preguntó él cómo en un tono perverso. O al menos así lo ví yo.

— no, corrección ¿Que harás tú? — le respondí siendo bastante cortante.

— bueno, pedí un permiso de 4 días así que me regreso a mi ciudad el miércoles. Tenemos todo ese tiempo para pasarla juntos ¿No crees? — comentó tratando de convencerme.

— eh... Bueno, supongo que sí — dije un poco dudoso.

— ¿Te quedarás a dormir conmigo está noche? — dijo sonando nuevamente perverso.

— ¿Estás loco, Tadeo? Soy menor de edad, lógicamente no me dejarían quedarme con alguien que no es ni mi madre, ni mi padre — respondí directo y preciso.

— pero podría hacerme pasar por tú her... — comentó mientras me veía fijamente tratando otra vez de convencerme. Pero en eso lo interrumpí.

Un Mar De Ilusiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora