...🌸ANTES DE DESPERTAR🌸..

Cerca pero lejos

Las noticias en Nueva Orleans causaban revuelo en cada rincón de la ciudad, sorprendiendo a quien lo leía y quién se mostraba más sorprendido por la noticia era el mismo Alastor, el periódico entre sus manos quedó echo una bola arrugada en el suelo, su foto junto a esa chica se oscureció en el papel arrugado y algunas sombras temblaron por la reacción seria de su amo pero una más alta que las demás con orejas de venado se acerco a él con una gran sonrisa y elegancia

—¿Que pasa Alastor?, tu no eres así, — dijo susurrando con una voz llena de estática — ¿Que es lo que te ha tenido tan distraído?, no será todo este descuido culpa de... Charlotte — la sombra ensanchó su sonrisa al ver cómo Alastor miraba a otro lado

— ella no tiene nada que ver — aclaro

la sombra ladeó la cabeza y de uno de los bolsillos del saco de Alastor saco la foto de Charlie y se la mostró

— ¿a no? — miro la foto

Alastor se la quito y volvió a guardarla en su saco

—ella solo hace su trabajo, y que no me moleste su inspección es algo muy diferente — dijo dando media vuelta y hacer sus deberes — tú eres el encargado de esos dos no quiero lidear, no tengo mucho tiempo en las noches — salió de la casa rumbo a su trabajo en un ansiado viernes

la sombra sonrió ocultándose en la oscuridad de una esquina y cumplir con el encargo, a cada día que pasaba las sombras se daban cuenta de los pequeños descuidos de su amo pero ellos estaban ahí para cubrir sus huellas, rumbo a la ciudad todas las miradas estaban puestas sobre él y los murmullos lo rodeaban, un niño en la calle gritaba los titulares de ese día, Alastor maldecía el momento en el que bajo la guardia, situación que lo preocupaba y temía que su sombra tuviera razón;

En el infierno:

Harold avía ido temprano al palacio Magne siendo bien revivido por los sirvientes del lugar, aprovechando su posición se dispuso a indagar en el palacio viendo las decoraciones de los pasillos y salas con paredes rojas y blancas, el rojo era el color más repulcivo para él y no se contenía en expresarlo sin importar los sirvientes parados en los pasillos a la espera de una orden, las mucamas pasaban de largo con la cabeza gacha por la mirada tan lasciva del oberlord unas con más años en el palacio reconocían al joven Eldrich y no le quitaban un ojo de enzima al pendiente de que no se acercase  a la habitación de su señorita

— jóven Von Eldrich, que sorpresa tenerlo aquí — lucifer enfatizó las últimas tres palabras mientras caminaba hacia el mencionado

— venía a ver a Charlotte pero he caminado por estos pasillos y nadie me a indicado su paradero — dijo con aire altivo

Lucifer tensó su sonrisa

— bueno mí manzanita salió con su madre hace poco y dudo que regresen pronto — tomo del hombro a Harold comenzando a caminar — será mejor que regreses cuando nosotros te lo pidamos y mándale saludos a tu padre — llegaron a la entrada de un momento a otro

Harold no pudo objetar nada ya que lucifer lo empujó a la salida del palacio cerrando los portones de madera de manzano en sus narices, lucifer se dió media vuelta y miro de reojo a un guardia sin su sonrisa

— si no trae una carta con nuestra firma y permiso, no quiero que vuelva a entrar en este lugar — el demonio inclinó la cabeza en señal de entendimiento, para después irse y comunicar a el resto del personal;
Charlie era guiada por su madre por una tienda de vestidos, cada uno era más ostentoso que el anterior con colores muy llamativos y repletos de piedras cosidas en cada olan, collares, aretes que eran del tamaño de su palma, en ese momento su madre se probaba un elegante vestido pegado al cuerpo en color fucsia, con un escote en V, a ella siempre le quedaban eso estilos tan gráciles y elegantes pero Charlie era más simple y buscaba su comodidad en vez de darle gusto a todos los demás, en ese momento estaba sentada en un sillón de cuero blanco leyendo aquel libro de poemas, para ella fue un alivio el haberlo recuperado pero era una lastima no tener la foto que le avía regalado su padre,