𝘿𝙀𝙏𝙀𝙎𝙏𝘼𝘽𝙇𝙀 𝙆𝙊𝙎𝙀𝙄 » 𝘉𝘕𝘏𝘈
A los cuatro años, todos los niños empezaban a despertar sus koseis. Todos con maravillosas particularidades con las que dejar impresionados a sus compañeros. Pero, para Shiro Kaguya era un poco diferente...
"Escucha bien estas palabras, tengo algo que decir: Es el momento de que abras la puerta frente a ti, y rompas el muro de complejos que no te hace feliz, hoy todos ellos están lejos y muy lejos de aquí. La vida pasa veloz a nuestro alrededor como para que la vivan por nosotros."
07.- DESAGRADO.
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Su pie atravesó el rostro del bicolor nuevamente, partiéndole el labio y dejándolo pegado al suelo por el dolor. Shiro parecía estar jugando con él de la peor manera: no lo sacaba del cuadrilátero y tampoco le daba el golpe de gracia para acabar con el combate de una vez, sin embargo seguía golpeándolo una y otra vez hasta dejarle sin aliento. Claramente, todavía tenía la opción de rendirse y acabar con aquel sufrimiento innecesario, pero su orgullo no se lo permitía.
Todoroki ya daba el combate por perdido; no le quedaban fuerzas ni para defenderse de las patadas de la chica y usar su lado izquierdo no era una opción. Simplemente quería que Shiro lo eliminara de una vez por todas para acabar con esa humillación. Sentía una extraña mezcla entre rabia e impotencia, asumiendo su derrota pero no queriendo perder ahí.
Otro golpe en el estómago le hizo soltar todo el aire que había en sus pulmones. Quiso levantarse, golpear a la chica de vuelta y dejarla enterrada bajo toneladas de hielo; pero no podía. Simplemente se quedó quieto, recibiendo otra patada en el pecho. Sus ojos se cerraron con fuerza y apretó los dientes; no por el dolor, sino por la ira. Definitivamente Shiro estaba jugando con él, quería que se rindiera.
— ¿Qué pasa? —cuestionó la chica con cierta burla en la voz pero con una fría serenidad en el rostro, agachándose a su lado y obligándolo a darse la vuelta con brusquedad—. ¿Esto es todo lo que tienes? ¿No vas a seguir peleando? —siguió preguntando ella, tratando de provocarle.— ¿No decías que esto no había hecho más que empezar? —se mofó ella—. ¿Y se supone que este fracasado conformista ha entrado en la mejor academia de héroes por recomendación? —la pregunta no iba dirigida directamente hacia él, pero aun así le molestó como ninguna otra. Shiro lo decía seriamente, como si de verdad estuviera indignada por su posición en la UA.
— Cállate —gruñó él por lo bajo, agarrando con fuerza el tobillo de la chica con la intención de congelarlo. El hielo se expandió por su piel con lentitud pero la capa helada era fina y Shiro logró apartarse rápidamente, por lo que no fue un gran ataque de su parte. De hecho, aquel pequeño intento de venganza congeló aun más su propio cuerpo, haciéndole soltar un frío suspiro mientras su cuerpo empezaba a temblar. La chica ni si quiera le tomó importancia a aquel gesto y siguió con su monólogo.
