Amazing [VERKWAN/OneShot]

AMAZING

Capítulo Único

Aquella noche sin luna, lo único que escuchaba era el de la madera quebrándose y crujiendo por el fuego que la atacaba. La sala de colores en paleta perfecta, una alfombra cara de esas en las cuales adoras tocar tus pies pero no todos la pueden tener; esos sillones que son rectangulares y de cuero, una chimenea moderna que se amoldaba a aquel lugar y una lámpara de luz tenue que iluminaba ayudando al fuego.
Whisky en las Rocas, los hielos también crujían por el alcohol de la bebida que era revuelta de vez en cuando, no había mucho pero tampoco quedaba mucho en la botella que trajo en uno de sus viajes posiblemente en Escocia.
Su vida, su vida era lo único que no armonizaba con su entorno pues en aquella cara y muy cuidada sala de millones de dólares, él era el único que se sentía extraño a pesar, de que fuera él mismo quien haya pagado todo y diseñado todo.
Desde que tuvo memoria, su vida era una línea recta en donde siempre conseguía lo que quería, la palabra "fracaso" o "rendirse" no estaba en su vocabulario. No podía contar la cantidad de amantes que estuvieron entre sus sabanas, solo, para tener una noche pero luego los descartaba dándole las gracias, dejándoles dinero. Sin duda recuerdos pasados en donde podía manejar su vida pero, ¿Cuándo paso esto? ¿Cuándo dejó que su perfecta vida se fuera quemando como la madera en el hogar? Los hielos volvieron a sonar en el cristal de aquel vaso.

— ¿Necesitas algo más? —Su hermano, amigo y su hombre de confianza pasaba por esa puerta y se quedaba a sus espaldas.

—No Josh, solo déjame las llaves del auto. —bajó la cabeza como la posición de su vaso que ahora reposaba en una de sus rodillas.

—Vernon, no puedes conducir si has bebido.

—Solo me he servido y no lo he tocado, no puedo, no me ayudará. —cabizbajo, tranquilo su amigo miró de nuevo el líquido y comprobó la verdad.

—Solo descansa también, no te martirices así. Sabrás que hacer. —le dedicó un fuerte apretón en el hombro y el solo asintió con la cabeza.

—Salúdame a mi cuñado.

Y era el fin de la conversación, Joshua salió por esa puerta con una leve sonrisa pero sin dejar de estar preocupado por su hermano menor. En toda su vida, jamás lo había visto así de ido, tan involucrado en sus pensamientos por el peso que su corazón en esos momentos.
Vernon escuchó que de nuevo se quedaba solo en aquella casa tan grande, tan vacía y como si los hubiesen activado, los recuerdos que quería borrar volvieron a su mente. ¿Cuándo le sucedió esto? Él lo recordaba perfectamente.

Fue hace un año exactamente que la empresa decidió hacer una celebración por y para los trabajadores que allí dedicaban parte de sus vidas. Su padre antes de morir se los habia enseñado, era una multimillonaria corporación pero, se preocupaban por las personas que lo hacían posible.
Había también un motivo fuerte para que él estuviera allí, su hermano mayor lo anunciaría como el vicepresidente de la compañía, ya que habían vivido mucho tiempo en el extranjero para poder llegar a lograr el sueño familiar. Estudió, se graduó y allí estaba, viviendo el sueño entre un esmoquin negro y una copa de Martini a lo James Bond, mezclado entre la gente, mirando con una ceja en alto a la vez que tomaba un sorbo de su trago. Nadie de los presentes allí sabía quién era él, pero podría hacerse pasar por un asesor extranjero tranquilamente y todo el mundo le seguiría la corriente.

La música sonaba, las personas estaban allí con sus familias. Dejó la copa en la barra donde un mozo se le acercó para retirársela y preguntarle si se serviría algo más en inglés.

—No, thanks. —negó amablemente pero se quedó allí.

Las mujeres solteras eran hermosas, algunos chicos lo miraban interesados y él iría al ataque solo si no se hubiese jurado que el amor era solo un obstáculo en su vida. Vernon pesaba que el casarse y tener niños era algo natural que cualquier ser vivo comete y es por ley natural, pero el no dejaría hijos por allí abandonados, solo no los tendría y ya.
Y hablando de naturaleza, su cuerpo le decía que era hora de ir al baño, así que caminó entre la gente abriéndose paso con las manos en sus bolsillos, fue allí. En la entrada a los baños cuando algo cayó sobre su pecho, mejor dicho alguien. Se sostuvo de su brazo y solo lo abrazó para no caer.