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Ella podía sentir como sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Podía sentir los golpes que tenía por todo el cuerpo, y que debido al frío no dejaba de temblar. En su cabeza lo único que podía preguntarse era "¿Porque la vida me trata así, ¿¡Porque!? "

Ella no lo entendía, el día de ayer fue tan perfecto, el día de ayer ella tenía felicidad, pero hoy solo tenía ganas de terminar su vida, la cual por palabras de muchos, no era nada importante.

Ella solo escuchaba el río, escuchaba el sonido pacifico de esa noche. "¿Que curiosos no?" pensaba ella en su cabeza, esa noche era tan pacífica, pero su mente era solo un caos.

Ya llevaba dos horas llorando, y quería parar, no lo aguantaba más, pero tampoco podía dejar de hacerlo. Contuvo las lágrimas tanto tiempo que era hora de soltarlas todas. Ella no lloraba por el dolor físico, y aunque ella no lo sabía, tenía golpes de segundo grado y moretones por todo lados que si no fuera por su sangre y su linaje tan fuerte podría haber muerto. Ella no lloraba por los golpes, lloraba por su dolor mental, lloraba por su debilidad, lloraba por su mentalidad tan débil y frágil.

Por un momento ella cerró los ojos y comenzó a recordar el día de ayer, el único día bueno que ha tenido desde que tiene memoria....

*24 Horas antes*

Ruidos, bromas, risas, eso es lo que se escuchaba en la academia ninja en esos momentos. Todo el mundo reía, hablaba, y disfrutaba de ese momento, excepto una persona. Una peli azul, la cual miraba las gotas de lluvia con melancolía y tristeza, y entre susurros decía - Inutil - Esa es la palabra que su padre le recalca cada mañana, cada hora, cada minuto y segundo de su miserable vida. Y siempre la miraba con cara de decepción por no cumplir sus altas expectativas.

Ella se esforzaba, en serio que lo hacía. Una prueba de esto eran sus manos, las cuales estaban llenas de callos y cortes, aún frescos, que tenía. A veces se odiaba por ser tan débil, a veces se odiaba por ser tan frágil, se odiaba por no poder dar el golpe final a su hermana menor, y todo porque ella no pudo con el peso de ver a su hermana con ese maldito sello, así que sacrifico su poco honor, orgullo, y felicidad para que su hermana tuviera estas tres cosas.

Pero dejó de pensar en eso y comenzó a ver aquellas gotas caer por la ventana de la clase. Pero inconscientemente ella se gira y mira a su última esperanza. Ella miraba a un rubio, el cual tenía una sonrisa bastante cálida y ojos azul rayo, bastante extrovertido y relajado. Al rubio parecer estar viendo algo. Lastimosamente, para la peli azul, la mirada y sonrisa de aquel rubio no eran para ella, eran para una peli rosa, la cual ella y todo su grupo de amigas decía a la vez

- ¡Sasuke-Kun! - Decían aquellas chicas mientras Sasuke miraba a otro lado, con un tono irritante para Hinata

La peli azul hacía una lijera mueca ante aquella escena, ella conocía a ese tipo, era frio y arrogante, con un color de cabello negro y los pelos algo descabellados, de color de piel trigueña, fuerte y alto.

Aunque para toda su clase era un galán, ella no veía nada especial en aquel chico, solo sentía tristeza, hace ya unos meses que mataron a su clan entero, ese chico debería estar solo, como ella, pero aunque ella quisiera hablarle su timidez y debilidad no le dejan.

De repente Sasuke voltea la mirada hacia Hinata, ella no se esperaba eso, así que un poco sonrojada miró hacia la ventana otra vez. Ella ya sabía lo que se venía y eso no era bueno.

Ella solo escucha como las demás chicas le dicen a Sasuke al mismo tiempo, otra vez - ¿A quién estabas mirando Sasuke-Kun? - Decían con el mismo tono que a Hinata le causaba irritación

- Osea, es obvio que me mira a mi - Dijo una de aquellas chicas

- ¡No él me mira a mi! - Dijo otra

Unidos Por El Dolor - SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora