Una corona de oro fino
Unos delgados dedos llenos de anillos
Un corazón que casi astillo
Y un orgullo muy digno.
Alzas tu mirada por encima de mi hombro
Y me cuentas historias vistas por falsos ojos
Revisas mis cosas por si te robo
Y sin tu saberlo me llevo tus tesoros.
Cuando estoy saliendo de tu castillo
Entiendo porque me iba tan tranquilo
Tus tesoros no estaban en mis bolsillos
Y tú te había quedado los míos.