Tomando cuidadosamente cada pomo de óleo, él trataba de que no saliera más de lo necesario, ya que solamente uno de ellos le costaba el salario de un día. La manera melodiosa en la que mezclaba cada color para obtener el tono de la tez morena de la modelo que tenía en frente, inundaba la sala de un ambiente pacífico.
—Recuerden que la piel tiene diversos colores–, dijo el profesor apoyándose un dedo sobre el labio.—Si esta piel tuviera sólo un color, sería plana y aburrida–. Señaló el cuerpo de la chica.
Lucas admiraba la belleza del cuerpo humano y no de una manera lasciva. Para él, las proporciones y los rasgos de cada cuerpo era una caricia a sus ojos. El hecho de que él pudiera retratar cada detalle lo extasiaba.
Una onda castaña interrumpió su vista y con uno de sus largos y fuertes dedos, la alejó de su rostro.
Consiguió el color de aquellos rizos, un negro con destellos cobrizos.
Luego de una hora y media, la clase finalizó. Limpió con sumo cuidado sus pinceles y los guardó en su estuche.
En pocos minutos entraba al trabajo, así que salió rápidamente de la clase y se subió a su bicicleta.
ESTÁS LEYENDO
Los Colores de la Pasión
RomanceDos almas apasionadas se encuentran para amarse con mutualidad.