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Estupefacta, _______ observaba la nueva sala de su departamento ni bien había cruzado la puerta principal. Estaba todo muy bien ordenado justamente como le había pedido a la decoradora de interiores que hiciese.

Dejó sus maletas en el suelo y caminó hacía la mesa de café en medio de la sala y observo una bola de cristal con pequeñas luces en su interior. La incendió y sonrió al verla brillar suavemente.
Se dió cuenta de que por fin estaba lejos del peligro que había dejado en su antigua ciudad y pudo finalmente exhalar con verdadera relajación aquella angustia que tenía en su pecho.

Dejó la bola de cristal en su sitio y se paseó tranquilamente por el lugar observando todo lo que había.
Caminó hacia la gran ventana que estaba a su derecha y entre abrió un poco las cortinas. El atardecer le pareció lo más bonito que pudo presenciar.

Hacía tiempo que no se detenía a observar una puesta de sol debido a todas sus preocupaciones, y ahora que finalmente tenía "tiempo" agradeció al cielo el ver semejante maravilla.

Mientras observaba el panorama, a su mente llegaron vagos y cortos recuerdos de su anterior relación. Sonrió de manera irónica el recordar lo tonta que había sido, y una vez más admitió haber sido su culpa.

¿Cómo es que había permitido el involucrarse con alguien que ya tenía pareja? ¿En qué momento había caído tan bajo? Obviamente era su culpa porque había accedido a tal aberración.
Aún sentía asco por eso.

Suspiró de manera pesada al pensar en ello y negó mientras cerraba las cortinas e iba en dirección a la cocina que estaba junto a la sala. Tomó un vaso de cristal y se sirvió un poco de agua para así poder calmarse. No quería pensar en algo que poco a poco estaba quedando en el pasado.

Tenía cosas más importantes que hacer. Como por ejemplo desempacar su maleta y llamar a su mejor amiga para contarle las buenas noticias.
Guardó el vaso y caminó en dirección de sus maletas, para tomarlas y finalmente dirigirse a su habitación.

Ingresó en ella y sonrió feliz al ver que estaba decorada como había visto en el catálogo.
Dejó las maletas en la cama y tomó sus celular para llamar a su amiga. Luego de tres pitidos, contestó.

-Hola, Lucy. Acabo de llegar a mi nuevo departamento - Anunció _____ dejando el celular en altavoz para así poder guardar sus cosas en el armario.

- ¡_____! Te tardaste en llamarme. Creí que te había ocurrido algo. - Lloriqueo su amiga para luego ambas reírse - Ya estaba por llamarte.

- Tranquila, estoy bien.

- Cuéntame, ¿te gusta tu departamento? ¿Es justo como lo querías?

-Definitivamente - sonrió mirando a su alrededor - es más de lo que podría haber esperado. La sala, la cocina estan muy acogedoras, y hay varios adornos que me gustan.

- Me alegro por ti... Espero esta sea una buena idea.

- Lo es, Lucy

- Pero, escapar no es una opción.

- ¿Qué querías que hiciera? ¿Quedarme allí como estúpida mientras todos en la empresa hablaban mal de mí? - negó como si su amiga la estuviese viendo - No, suficiente humillación tuve en su momento y ya no quería más. Era agobiante.

- Pero...

- No hay peros. Una retirada por mi propia paz me pareció una buena opción. - resopló un poco molesta y se sentó de nuevo en la cama dejando de acomodar sus cosas. - No podía soportarlo, quiero que entiendas eso. No lo hice por él, o por esa gente. Lo hice por mí, por la poca dignidad que me queda.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2020 ⏰

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¿Amor? Quizás ésta vez funcione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora