🥀 ♡ 𝗨𝗻𝗼

4K 321 46
                                    

No quería irme, no quería dejar a mis amigos, a mi hermano, ni mucho menos a mi novio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No quería irme, no quería dejar a mis amigos, a mi hermano, ni mucho menos a mi novio. Mi madre me estaba obligando a irme con ella.

—Vamos San. Es hora de irnos.

—¿No puedes dejar que me quede? Puedo quedarme con papá.

—No. Ya dije, te vas conmigo, quieras o no.

Rodé los ojos y asentí, no odiaba a mi madre, pero a veces era demasiado exigente conmigo. No entendía porqué quería que fuera con ella si no si quiera me tomaba en cuenta. Era bastante extraño.

—¿No puedes dejarme aquí? Tengo la edad suficiente para vivir solo. —intenté convencerla.

—No ¿Para qué quemes la casa si intentas cocinar? No, aparte, tengo que protejerte, en cualquier momento puedes lastimarte y transformarte. Por veinte años te mantuve a salvo, si te dejo solo, podrías lastimar a alguien.

—Es fácil para ti decirlo, no tienes que sobrellevar esto. No eres Vampiro. Eres normal.

—San, ya hablamos de esto, eres normal. Simplemente tienes algo que los demás no tienen.

—Está bien.-Dije frustrado.-Y sobre cocinar, exageras. La última vez no queme la casa.

—Casi lo haces San. No quiero que tu "aventura culinaria" arruine las cosas.

Nos encaminábamos a la casa de JongHo y mi padre. Ahí se encontraban mis amigos. Tenía que despedirme de ellos y luego irme a Seúl. No sé qué se le pasó en la cabeza a mi madre al casarse.

Llegamos a la casa, y mi padre me esperaba afuera. Salí rápidamente del auto y me dirigí a él. Hace algunas semanas que no nos veíamos y lo extrañaba mucho. A JongHo lo veía casi todos los días, ya que ensayabamos con los chicos.

— Hola Sannie. —habló Mingi acercándose a mí, dejando un corto beso en mis labios.

—Hola Min. —sonreí.

Luego llegaron todos a saludarme (y a la vez despedirme). Los iba a extrañar demasiado. Nunca había tenido unos amigos como ellos; Me apoyaban y ayudaban en todo. Me dolía tener que dejarlos e irme.

Me ayudaron en momentos complicados, cuándo tenía ataques de ira por mi temperamento y participaba en peleas. Ser un vampiro tenía bastantes ventajas; buenos reflejos y mis heridas se curaban rápidamente. Claro, que en el caso de ser muy graves, puedo transformarme.

Pasé unos minutos con mis amigos y mi novio, me despedí de mi padre, luego miré a mi madre.

—Vamos San, se hace tarde.

—Espera hyung, tu motocicleta. —me habló JongHo, entregándome las llaves.

—Gracias. —lo abracé. Luego todos se sumaron, causando un ambiente triste. Intenté no llorar en ese momento, pero era difícil. Eran mi familia.

Subieron la moto a un camión de mudanza y nos fuimos.

En auto, el trayecto desde Busan a Seúl no era tan largo. Por lo que no me di cuenta cuando llegamos a Seúl.

Mi madre se detuvo en una gran mansión. Demasiado grande a mi parecer.

—Llegamos. —me dijo, con emoción.

—Bien. —dije cortante. No quería estar aquí, quería estar bailando con mis amigos y abrazando a mi novio. Pero supongo que no pasará en un tiempo.

—Oh llegaron. —escuché una voz desconocida. Se veía que tenía casi la misma edad que mi madre. Tal vez un par de años mayor. Estaba parado enfrente de nosotros con una sonrisa. Ver a todos felices ahí, me hacía parecer un amargado.

—Sí, querido. —contestó ella. —Él es San. —me abrazó. ¿Desde cuándo es tan amable conmigo?

—San, soy Jung MinHyuk. Tu madre me dijo que te gustaba bailar ¿no es así?

—Sí. —me limité a decir. Mi madre me fulminó con la mirada. Pero poco me importó.

—Entonces, ven a ver esto.

Mi madre me hizo señas para que los acompañara, y lo hice a regañadientes. Había una puerta blanca con una pequeña ventana. Mi madre la abrió y pude ver una gran sala de ensayo. Mi cara de sorpresa no se hizo esperar. Era bastante grande, nada comparado a donde ensayaba con mis amigos.

—Puedes ensayar cuantas veces quieras. Hay mancuernas y colchonetas, por si quieres ejercitarte un poco.

—Ehh... Gracias. —di una sonrisa algo forzada. Era demasiado para mí.

Luego, él nos enseñó la casa; la cocina era del tamaño de mi antigua habitación. El living era muy grande. Subimos al segundo piso, donde se encontraban distintas habitaciones. Mi madre me guió a la mía. Pareciera que ella ya estuviera familiarizada con esta casa. Entré en la que sería mi habitación por un tiempo, y estaba claro que mi madre la había arreglado y decorado. Era de mi estilo. Las paredes eran de un celeste claro, habían posters de mis idols favoritos. En el closet había ropa nueva. No era de mi estilo, pero lo agradecía. Me quedé en la habitación por el resto de la tarde y bajé a cenar algo.

—San, este es mi hijo Jung WooYoung.

—Hola. —dije sin expresión en mi rostro. Él hizo lo mismo.

Terminamos de comer y subí a mi habitación. Antes de entrar me encontré con WooYoung.

—Tienes que estar muy impresionado ¿no? Aquí hay cosas que nunca podrás tener por tu cuenta. —sonrió burlon.

—No me interesa tener tus cosas. —rodeé los ojos y entré a mi habitación. Dejándolo con la palabra en la boca ¿Quién se creía que era? Llevaba menos de 24 horas en esta casa y ya tenía una mala relación con alguien. Increíble.

Tendré que soportarlo, hasta que consiga escapar.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗩𝗔𝗠𝗣𝗜𝗥𝗘 ↝ woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora