San se va de Busan con su madre, que acaba de casarse, obligándolo a dejar a sus amigos y hermano. En Seúl su vida cambiará completamente. Vivirá en una gran mansión, con su nuevo hermanastro Jung Wooyoung.
Nadie sabe que San es un vampiro de nacimi...
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Había pasado un tiempo desde lo ocurrido. San y WooYoung seguían conversando y riéndose por cualquier cosa. WooYoung tenía admitido que sentía un tipo de atracción hacia el contrario. El pelinegro no se daba cuenta ya que, a pesar de ser bastante inteligente, era algo ingenuo en los asuntos del amor.
La relación de San y su madre no había mejorado. Se disculparon por lo sucedido. Pero su madre no lo sentía realmente y él lo sabía, por lo que no le creyó mucho. Así que cuando estaban juntos por mucho tiempo, el ambiente se volvía algo tenso.
—¿San? —MinHyuk tocó levemente la puerta. Dijo "pasa" y el hombre entró.
—¿Qué ocurre? —preguntó confundido. Normalmente no hablaban mucho.
—Irás a la universidad con Wooyoung. Tu madre y yo ya te inscribimos.
—¿Ya? ¿En qué carrera me inscribieron?
—Está relacionada con la música, baile más directamente.
—Está bien, supongo. —dijo San, sin importarle mucho, no tenía la opción de opinar.
Minhyuk sonrió y se retiró de la habitación.
Cuando salió San se recostó en su cama, soltando un largo suspiro. No tenía de otra más qué obedecer. Su madre no lo dejaría irse de vuelta, y aunque se fuera, ella HyeJin sería capaz de ir a buscarlo y encerrarlo para que no salga. Su vida estaba cambiando bastante. Y no era de su agrado.
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Los días pasaron y se encontraba preparando sus cosas para ir a la universidad. Se iría con WooYoung, aunque no estaba seguro de que hacer. Luego de tomar desayuno, subieron a el auto del pelimorado y se encaminaron a la universidad.
Al llegar, pudo ver a bastante gente. WooYoung le devolvía el saludo a cada persona que lo saludaba. El pelinegro pudo darse cuenta que era bastante popular. Un chico de más o menos su edad se le acercó. Tenía el cabello de color azul, era del tamaño de San y su sonrisa hacía que sonrieras con él.
—¡Hola! Soy Yang Jeongin. Puedes decirme Jeongin o Innie, cómo prefieras ¿cómo te llamas?. —Se veía animado.
—Soy Choi San. —hizo una pequeña reverencia, para luego sonreír.
