Cap 3 Ser tan amada

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Al llegar a casa fui directamente al lavabo y me mire al espejo, suspire al ver mi rostro, lo tenia como paralizado y ciertamente mas joven, ni siquiera ni una marca de la edad en el, intente con todas mis fuerzas tener expresiones, forzar una sonrisa, un llanto pero era como forzar un trozo de plástico duro, me di cuenta que tenia los ojos un poco achinados, por lo que habían estirado mi piel por los pómulos. Baje mi cabeza y comencé a negar lentamente:

-Se que ella le da igual todas estas operaciones ¿Pero cuando comenzare a decepcionarla? Eso me dolería tanto...

Alguien pico a la puerta y yo fui abrir, al abrir la puerta me encontré con un enorme ramo de rosas, con una tarjeta, una tarjeta que mi amor Erica había escrito con mucho cariño "Quiero que para la sorpresa de esta noche te pongas el mejor vestido que tengas en el armario, estarás preciosa, te recogerá una limusina" Me lleve la mano a mi paralizado rostro y force una sonrisa, costaba mucho ya que me habían metido tanto bótox, me habían estirado tanto la cara para hacerme mas joven que me costaba tener un sentimiento.

Me pegue una larga ducha y comencé a enjabonar mi voluptuoso cuerpo, esos grandes senos, ese enorme culo, la fina cintura, me enjabone bastante mi perfecto y largo pelo oscuro. Al salir me cubrí el cuerpo con una toalla, apretándolo bastante. Saque del armario el vestido que me pondría, era rojo con un gran escote, con una falda bastante larga que marcaría mi trasero y con una raja para mostrar mis piernas.

Me puse a maquillarme, quería intentar tener alguna expresión en mi rostros gracias a todos mis productos de belleza, los que aprendí a usar con el tiempo de ser una mujer. Al terminar me mire al espejo, estaba esplendida, con tanta silicona, con tanta operaciones en mi cuerpo era una bomba sexual.

Mi amada amante me mando un mensaje a mi móvil "Ya puedes salir" Cogí mi diminuto bolso y al salir vi esa limusina, posiblemente seria muy cara alquilarla, pero a ella le daba igual gastarse dinero por nuestro amor, al salir de casa me acerque al enorme automóvil y se abrió la puerta, allí estaba Erica tan hermosa y perfecta, también se había puesto un vestido que hacia que estuviera mas hermosa, ella me hizo un gesto para que entrara, me senté a su lado posando mi enorme y carnoso, operado trasero a su lado:

-Hola Raquel eres tan hermosa...

-Gracias, amor mio...

La limusina arranco y fue hacia la autopista, ella me cogió de la mano y me miro a los ojos, paso su mano por mi rostro y sintió que mi piel estaba mas tensa, por la operación, yo baje el rostro avergonzada:

-Vaya pareces mas joven, tienes la piel tan tensa como el cuero, un cuero muy suave...

-¿Estas enfadada?

Ella negó con la cabeza con una sonrisa en su rostro:

-Jamas me enfadaría contigo, solo espero que algún día llegues al limite de esas operaciones y descubras que no te puedes hacer mas, que eres perfecta....

Yo asentí con la cabeza y ella me puso una venda en mis ojos, yo sonreí forzando mis enormes y grandes labios, esperando lo que ella me podría hacer, sentí como pasaba por esos labios una fruta con nata, era una fresa y le di un mordisco, ella quería darme todo para mi sola....

Una chica masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora