Sus ojos neutros paseaban por el jardín, había estado bebiendo té mientras observaba el hermoso paisaje que había frente a ella.
Las rosas plantadas por su cuñado se veían espléndidas.
Dejo la taza de porcelana sobre la mesa que había sido regaló de Reiji uno de sus cuñados.
-Deberíamos regresar adentro, señora. No es bueno para su estado-recordó su sirvienta personal que posaba una manta sobre los hombros de la mujer-es el heredero de la casa del señor Ayato.
-Sabes que no es así.
-Mi señora. El futuro joven maestro será el heredero, téngalo por seguro.
-Eso no puedes asegurarlo-murmuró la mujer acariciando su cien-en este momento ni mi posición es segura en esta casa. Mañana quizás sea tomada como una simple concubina.
-Karlheinz-sama y su majestad Shu no lo permitirían Aimi-sama.
-Olvídalo, regresemos adentro.
La hermosa joven se levantó cuidadosamente acariciando levemente su vientre abultado de cuatro meses.
Solo deseaba una buena vida a su hijo aunque no fuera el heredero.
«Que problemático...». Sus pensamientos se detuvieron en el momento que escuchó una rama crujir y luego su semblante mostró confusión al ver un traje de sirvienta ingresar al interior del bosque.
-Prepárate-aconsejó la azabache caminando hacia el bosque. Si su casa tenia algún traidor lo destruiría en el mismo momento en que viera algo sospechoso-¿viste a la mucama que entró aquí?
-Creo que es la sirvienta personal de la señorita Yui.
-¿Su sirvienta?-preguntó más confundida que antes. La doncella personal de ella no podía ir divagando por ahí, debía permanecer al lado de la señorita Yui.
✴✴✴✴
No podía creer lo que veía.
¿Qué había estado haciendo para no notar que estas situaciones pasaban en su propia casa?
-Muévete estorbo-vio como patearon a la doncella de la rubia-no deberías meterte, fue la señora la que te recogió de la calle y ahora eres una traidora.
-No le hagan nada a la señorita, por favor.
La doncella rogaba mientras veía como su señorita era acosado por aquellas sirvientas.
-Deberían de respetarla.
-¿Respetarla? Es la hija de una amante, se merece lo peor por hacer que nuestra señora se vea... de esa manera.
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Pequeña Yui
FanfictionAimi en un primer instante solo sintió vacío al enterarse de tal cosa. Su esposo había tenido una hija con su primer amor, ya fallecida. La confusión la atacó pero solo con una mirada de aquella pequeña logró atraparla y darle el mejor de los senti...