this love (Noah Schnapp y tú)

capítulo 20

Siento ansiedad o no se por tener tan cerca a Noah, poder tocarlo, todo esto es real y aún estoy tratando de procesarlo. Me gustaría tener las palabras para poder expresar de alguna manera como me siento en este momento porque para ser sincera no se exactamente qué siento. No recuerdo ningún día antes de este, donde haya sido feliz.

Tan feliz como estoy en este momento, sentada al lado del chico que me ha robado el sueño, mirando el cielo junto a él.

-¿Quieres un poco más?.—me dice Noah y niego inmediatamente.

No puedo evitar reír al ver su rostro y sus manos llenas de algodón de azúcar.

-Te pareces a mi hermana menor.—le digo y él me mira ofendido.

-¿Estas bromeando? ¿Cuál es la idea de comer algodón de azúcar si no quedas así?.

-¿honestamente? Detesto estár pegajosa.—Noah se ríe.

-¿Ah sí?.—dice mirándome divertido.—¿No te gusta esto?.—agrega para luego pasar sus dedos pegajosos por mi mejilla.

-¡Ey no!.—Me echo hacia atrás alejándome de él.—Mira como quede.—le digo haciendo un puchero. Nada bien por supuesto.

-Ahora eres más dulce.—me dice con una tierna sonrisa en los labios. Le sonrío devuelta.

-¿Antes no era dulce?.—le pregunto.

-Si lo eras.—me dice.—corrección, lo eres. Y ahora, eres mucho más dulce que antes.—me dice y vuelve a pasar sus dedos pegajosos por mi mejilla.

-Noah.—le digo mirándolo seriamente.—¿Porqué no me dijiste que eras así?

-¿Así como?.

-Así de molestoso.—le digo, él me mira y frunce el ceño. Me río.

-Hay muchas cosas que no te he dicho de mi.—me dice y levanta ambas cejas.

-¿De verdad?

-Sí. Las iras conociendo con el tiempo.—me dice y se cerca a mi, yo me echo hacia atrás. Ya estoy muy pegajosa como para que él siga pasando sus dedos con algodón de azúcar por mi cara, Noah se ríe de mi reacción.—tranquila,no lo volveré hacer.

-¿Lo prometes?.—susurro. Mierda ¿como puede provocarme esto?

Noah se acerca otra vez a mi,lo suficiente como para volverme loca.

-Promesa.—susurra cerca de mi oído. Su aliento me provoca escalofríos.

-Noah, estás pegajoso.—susurro sintiendo como sus labios rozan mi mejilla.

Oh santo cielo.

-¿No te gusta nada que sea pegajoso?.—susurra otra vez.

-No.—le digo.

-¿Ni siquiera yo?.—me pregunta y besa la comisura de mis labios.

No puede ser, él va a besarme. Él va a besarme. Grito por dentro. Mis ojos se cierran involuntariamente, esperando.

-Tu sí.—susurro sin poder evitar el rubor en mis mejillas. Noah sonríe, puedo sentirlo.

-Que linda.—me dice, besa mi mejilla y se aleja con una gran sonrisa en los labios. Yo me quedo mirando. ¿Qué? ¿Y mi beso? No puedo evitar mi cara de frustración. Él se ríe.—¿todo bien?.—me pregunta.

-Si.—es lo único que le digo. ¿De verdad no me besó? Creí que lo haría. ¿Como puede ilusionarme así?. Quizás, soy muy fea como para ser besada.

-¿En que piensas?.—me pregunta con ojos juguetones. Uhmm, le divierte verme así.

-En que deberíamos buscar un lugar para limpiarnos.—le digo.—De verdad no me gusta estar pegajosa.