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Las vacaciones de invierno al fin han llegado. Hoy es martes y mi segundo día de trabajo en la librería. Ha pasado casi una semana desde mi vergonzoso encuentro con el chico de la cafetería y no puedo negar que ha ocupado gran parte de mis pensamientos estos días.

-Oh Jinhwan, ya llegaste -dice Chanwoo.

Chanwoo es el chico que se encarga del turno de la mañana. Por lo poco que he interactuado con él podría decir que es un chico listo y tierno y le divierte molestar al señor Yang, el dueño de la tienda.

-Hola Chanwoo - respondo cordialmente.

-Ya que has llegado soy libre. He quedado con unos amigos, nos vemos mañana Jinhwan -dice poniéndose su chaqueta y saliendo del lugar.

Rodeo el mostrador y me siento en una banca cercana a él. La tarde pasa aburrida, solo dos clientes han venido, y dentro de unos 10 minutos corresponde cerrar la tienda. De pronto la puerta se abre y entra un chico un poco agitado recargando sus manos en sus rodillas.

-Aún no cierran, verdad? -dice irguiéndose y es en ese momento que me doy cuenta que el chico que está frente a mí es el mismo chico de la cafetería y como por inercia mis mejillas se ponen calientes al recordar la vergonzosa escena.

-Oh!, No sabía que trabajabas aquí -su expresión es de total sorpresa.

-Mmm...si, comencé ayer - aparto la mirada sin poder mantener el contacto visual.

-Ya entiendo, por eso no te había visto antes.

-¿S-Sueles venir seguido por aquí? -pregunto tímido.

-Sip. Vivo cerca y cada vez que termino un libro vengo por otro.

-Cierto, te gusta mucho leer -digo recordando su entusiasmo cuando me dijo que era un amante de la lectura en la cafetería - Bueno..y qué vas a llevar?

-Mmm...no lo sé, por qué no me recomiendas algo? -dice sonriendo burlonamente y mis mejillas se calientan nuevamente.

-Soy nuevo, no estoy familiarizado con los libros que hay.

-Ya...

-¡Deja de burlarte!-digo y mis labios forman un puchero.

-¿Yo? No me estoy burlando- sonríe descardamente.

-Deberías decidir qué vas a llevar, estoy por cerrar -lo digo para cambiar de tema aunque es cierto que ya casi es hora de cerrar.

-Oh, claro. Iré a dar un vistazo y enseguida regreso.

Se dirige a las estanterías y aprovecho para calmar el sonrojo de mis mejillas. Mi celular vibra en mi bolsillo y me dispongo a revisarlo. Es un mensaje de Hanbin.

Bin:

¿Nani te falta mucho?

No, ya estoy por cerrar. Dentro
de poco estaré en casa.

Bin:

Vale, no demores que muero de hambre.

Un leve golpeteo en el mostrador me hace levantar la mirada encontrándome con el pelinegro, el cual sostiene unos cuantos libros.

-Al final me he decidido por estos -dice sonriendo.

Coloca los libros sobre el mostrador mientras saco la cuenta de cuánto será en total.

-Son 8 000 wons.

Saca el dinero de su cartera mientras busco una bolsa para que pueda llevarse todos esos libros.

-Gracias por su compra -digo mientras me entrega el dinero.

El pelinegro sonríe y me mira directamente a los ojos -Nos vemos luego Jinhwan - y se dispone a salir de la tienda.

Me encuentro totalmente desconcertado. Recuerda mi nombre, Junhoe, el chico guapo de la cafetería recuerda mi nombre.

Sobre el mostrador se encuentra uno de los libros que el pelinegro compró y me acerco rápidamente a la puerta del local para devolvérselo pero ya no hay rastro de él en toda la calle así que decido guardarlo por si regresa.

-Soulmate -leo en la tapa del libro.

Es un título interesante así que decido abrirlo en la primera página y grande fue mi sorpresa al encontrar una pequeña nota donde ponía un número telefónico y la palabra llámame.

Café con Leche_JunhwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora