When you were there | Sookai.

02

"Buenos días"

Me sentía importante cuando me despertaba, se tomaba la molestia de hacerlo cada mañana. Si hubiese sido alguien más, definitivamente ya estaría más bloqueado que mi vault. Pero era él, no tenía por qué molestarme... Aún cuando fuesen las seis de la madrugada.

"Buenos días, Choi"

Mis dedos ya se habían acostumbrado a deslizarse por el teclado del celular aún con el brillo en cero y los ojos cerrados. El hombre es un animal de costumbres, el cuerpo se adapta a las necesidades.

Cada mañana debía responderle.

¿Debía? ¿Eso se había convertido en una necesidad o una obligación?

¿Por qué sentir que tenía algún tipo de compromiso con él?

Sin darme cuenta ya tenía una rutina establecida.

Huening, levántate a las seis.

Responde a Soobin.

Desayuna y prepárate.

Ve a la Universidad.

Responde a Soobin.

Estudia.

Dúchate y cena.

¡Respóndele a Soobin!

Prepara el dormitorio.

¡No olvides agradecer a Soobin por el "buenas noches"!

En aquel momento me sentía como una mala persona, me parecía extraño que un chico que nunca me había visto cara a cara me prestase tanta atención y demostrase semejante confianza.

"Eres un antisocial, hoy en día puedes hacer hasta un hermano por Internet" Decía Beomgyu.

Cada vez que por mi cabeza pasaba la idea de que ese pelimorado me estaba enfermando... sonaba exagerado, pero no había un segundo en el que no me hallase pendiente al teléfono móvil, porque "Choi podía escribir y sería horrible de mi parte dejarle en visto o entregado". En fin, él solo se preocupaba por mí ¿No? Realmente era un arrogante por pensar tan mal de sí.

Aquella notificación.

"Ning, hace tiempo no hablamos, yo... Quiero saber de tí ¿Cómo estás?"

Recuerdo lo estúpido que fui al ver ese mensaje y ni siquiera contestarle...

"Entiendo si no quieres hablar. Todos tus amigos estamos preocupados por tí ¡No es que estés mal! Solo... Deseo saber por qué de pronto nos alejas"

"¿Hice algo?"

"Lo siento... Tendrás tus razones"

Cuando pensé que ya había terminado un último llegó.

"Te amo"

Y una vez más desearía ir con un martillo a golpear a mi "yo" de aquel entonces.

El Huening que una vez fui, nunca le dejaría de hablar, no a ella.

Mi novia era el ser que más adoraba en el universo.

Pero todos cometemos errores...

El mío tuvo nombre y apellido.