Mi luz al final de la noche.

C. 11: Calidez.

Hola.

Cada vez que Hagakure haga alguna acción Izuku no la estará "viendo" realmente, quiero decir que Midoriya no puede ver claramente las acciones de la invisible, más yo como autor tengo el poder de verla xd.

No tengo nada más que decir.
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(La batalla la habia ganado el peli-morado, más no la guerra).

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Su tortura mental habia llegado al fin, esas pastillas, esas benditas pildoras, funcionaban como un anclaje artificial a la realidad, repremian cualquier tipo de psicosis en su mente, sin dudas podia considerarlas como una... salvación.

Salio de donde estaban sus cosas y se dirigió al baño, al mirarse en el espejo noto su rostro distorsionarse, sus dientes eran afilados, sus ojos de un tono rojo intenso; se lo atribuyó al abuso de los antipsicóticos, se lavo la cara con agua y volvió a mirarse, de su rostro habían desaparecido esos rasgos "demoníacos".

¿Que fue eso?, se preguntaba, nunca le había pasado algo similar, le resto importancia, tenia algo más importante que hacer.

De regreso a la enfermería donde se encontraba su compañera invisible sintió doler sus dedos, se percato que sus uñas estaban sangrantes, trato de curarse pero no pudo, no habia razon para que no pudiera sanarse, apresuro su caminata al consultorio, al llegar le preguntaron si quería que una enfermera curara sus heridas pero el se nego, solo pidió un poco de alcohol, gasas y curitas, una vez le dieron su pedido se sento nuevamente en la silla al lado de la camilla de su compañera invisible.

Hagakure: ¿Pero que te paso? -pregunto exaltada-

Izuku: Me golpeé un poco es todo -mintió y empezo a limpiar sus heridas-

Hagakure: ¿Por que no te curaste? -noto como el peli-morado no se sanaba como normalmente lo hacía-

Izuku: No tengo grasas como para curarme -volvio a mentir, seguia desinfectando sus dedos-

Hagakure: Mmmm, -lo medito un poco- dejame ayudarte -tomo una gasa y limpio con delicadeza las heridas del peli-morado-

Izuku: No tenia idea de que sabias tratar heridas -bromeo un poco para aligerar la situación-

Hagakure: Todos deberían saber como tratar heridas menores -seguía limpiando la sangre-

Izuku: Gracias, es difícil curarte tus propios dedos -seguia con las bromas-

Hagakure: ¿Por qué no dejaste que te atendieran? -se sentia intrigada por la acción del chico-

Izuku: Mis heridas no son graves, mejor que atiendan ha alguien que enserio lo necesite -su mano derecha ya estaba curada y con cubierta de curitas-

Hagakure: ¿Y mi ayuda? -preguntó al aire-

Izuku: ¿Eh? -puso cara de confusión-

Hagakure: ¿Cual fue la razón para aceptar mi ayuda? -cuestiono hablando rápido por la vergüenza-

Izuku: -la escucho claramente- Supongo que estar contigo me produce tranquilidad -sonrio-