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Esta es la historia de Juana Alcachofa....

Había una vez una caca voladora, esa caca es Juana Alcachofa.
Ella era diferente a las demás cacas, ella era azul y podía volar.
Juana tuvo una terrible infancia, sus papas la dejaron en el basurero por ser azul y la gente la juzgaba por su deseo de salir de las cañerías podridas. Juana quería visitar el mundo exterior y conocer gente.

Lo que ella no sabia es que la gente la hacia y que destetan el olor a caca. Mas la van a detestar por ser azul.

Era un día normal y podrido en la ciudad tu trasero y Juana decidió que hoy era un gran día para ir a explorar y conocer gente. Ella se armo una mochila con las cosas necesarias, germen, para comer, una bolsita de pis para tomar y un lanza pedos para desacerse de todo aquel que no la hacia feliz.

Mario marmota era su amigo, el único que la quería como ella es. El la iba acompañar en su travesía y no la iba a dejar solita como lo hacen las otras cacas.

-¡Juanita!- dijo Mario abrazándola fuertemente, se separaron y Juana dijo:

-¡Hey! ¡Hueles muy bien! Me encanta tu olor a huevo podrido y a sapo disecado.- Mario se sonrojo y agarro su mochila tomando un trago de pos con gas.

-¿Vamos?- preguntó Juana preparada para su aventura.

-Vamos.- afirmó el tomándola de la mano y saliendo de la casa de Mario felices de salir de tu trasero.

Tal vez creerán que es fácil salir de tu trasero, pero, no lo era.
Tenias que pasar el mar Pillilento, el bosque papel higiénico usado y por ultimo el remolino gigante para salir al mundo exterior.

Atravesaron el mar Pillilento, rogando al dios caca para no deshacerse en las calientes olas del mar Pillilento.

Después de nadar por dos horas, llegaron a el bosque papel higiénico usado.
Cuando estaban por llegar al remolino, unas enrredaderas higiénicas agarraron a Juana. Esas cosas empezaron apretar con fuerza a Juana. Ella sentía como el oxigeno no pasaba por su cuerpo y empezó a ver puntos negros. De repente sintió como caía al piso, levanto la vista y vio a Mario luchando contra tres enrredaderas higiénicas. Juana, con un hilo de voz grito:

-¡MARIOOOOOOO!

El se dio vuelta y la miro con una débil sonrisa, agarro el lanza pedos de su mochila y tiro del gatillo. Un pedo fuerte y poderoso lanzó a Juana fuera del bosque. A ella se le partió el corazón en pedacitos, no podía creer lo que había pasado.
Mario ya no estaba.
La única persona que la quería se fue para siempre. Y lo peor es que era su culpa. Todo por su estupido deseo de conocer a la gente de afuera. Ya no le importaba nada, solo quería a Mario con ella abrazándola en esos momentos feitos.
Lagrimas.
Muchas lagrimas salieron de sus ojos esperando volver a por lo años escuchar su voz de vuelta.
Juana se dio cuenta de algo. Cuando Mario se fue, se dio cuenta de que cuando lo perdió supo que lo necesitaba.
Ella ahora se dio cuenta que lo amaba.

La caca voladora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora