IZUKU MIDORIYA. EL DIOS DE LA MUERTE

NO TODOS LOS BUENOS TIENEN BONITOS FINALES

Un pequeño niño de cabellera verde se encontraba en un parque, estaba jugando con su mejor amigo en aquel sitio tan transitado por adultos y pequeños

Se trataba de nada más y nada menos que Izuku Midoriya y katsuki bakugo. Ellos eran dos amigos jugando en aquel gran lugar, ellos eran amigos debido a dos motivos, y estos eran que, vivian en el mismo edificio de departamentos y sus madres eran mejores amigas desde que estaban en la primaria

Izuku: kacchan, no vayas tan rápido

Katsuki: vamos Deku, si no puedes ir a mi paso, ¿como nos convertiremos en los mejores héroes?

Deku. Ese era el apodo con el que su amigo habia nombrado al pequeño peliverde; el por que de esto, era debido a que algunos meses atrás, escucharon esa palabra, y al amigo del peliverde le gustó, a su parecer era una palabra que podría tener el significado de "puedes hacerlo", aunque realmente era todo lo contrario

Katsuki Bakugo, era un chico de cabello cenizo, bastante arrogante y molesto con todos, con todos excepto con Izuku. El era la persona en la que más confiaba, claro, además de sus padres

Ambos, al igual que todos los niños de su edad en esa, y en cualquier época, tenían un sueño. Este sueño era el de ser un héroe, cosa que debido a los quirks, había dejado de ser un sueño imposible, convirtiéndose en una realidad en la que todos vivían. Su sueño no era sólo ser héroes, ellos querían subir juntos, y de igual manera tomar juntos el título de "héroe número 1", al igual que su ídolo, el gran All Might, el cual, apresar de haber debutado hace apenas tres o cuatro años, ya estaba siendo considerado como el mejor héroe a nivel mundial

En la caminata por el parque, se podía ver a una gran cantidad de ladrones, traficantes y villanos. Esto no era nada fuera de lo común, debido a la zona donde se encontraban, la cual era la zona sur de la ciudad. Era lo que podríamos llamar, "un callejón de mala muerte", un sitio repleto de lo peor que podría haber en la ciudad. No era un lugar en el que pequeños como katsuki o Izuku pudieran ser criados, pero debido a la reputación que cargaba la zona sur junto con la este, los alquileres de departamentos eran muy económicos, cosa que era lo único que ambas madres viudas podían costear por su cuenta

Sin duda se mudarian en cuanto pudieran, y se llevarían a sus hijos con ellas, pero por el momento, no les quedaba más remedio que vivir allí

Los niños se encontraban en aquella caminata solos, pero no era por que sus madres no les pusieran importancia, sino que tenían que trabajar una gran cantidad de horas para poder vivir

La madre de katsuki era Mitsuki bakugo, quien para poder obtener ingresos, estaba tratando de levantar una compañía, aunque claro, no era tarea sencilla

La madre de Izuku era Inko Midoriya. Era una mujer que trabajaba tantas horas como la cantidad de veces que respiraba en un año, se podría decir que no tenía descanso en casi ningún momento. Tenía entre 3 y cuatro empleos para así poder mantenerse con vida y a su hijo, pero apresar de eso, el dinero no era suficiente. Sólo cosas como el viajar a la zona norte (que era la zona con mejor economía de la ciudad) eran iguales al sueldo de dos de sus empleos, el gasto era demasiado, así que por desgracia, tenía que buscar empleos en la zona sur, que no sólo eran mal pagados, sino también con una cantidad de horas excesiva

Pero no importaba, si tenía que esforzarse todo eso, lo haría, su hijo era lo más preciado para ella, no lo podía defraudar

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Izuku: ¡Mami, Mami!

Los gritos de alegría de Izuku se escuchaban por el pequeño departamento. Su madre había vuelto, después de tantas horas de trabajo finalmente regreso. Eran las tres de la madrugada, y seguramente tendría que volver a trabajar a las seis en punto, pero logró arreglárselas para ver a su hijo