Erotic boys movie

Capitulo 8

Capítulo 8

[SeungHo]

Le acaricio la espalda, recorriéndola desde los hombros hasta la espalda baja, despacio conociendo cada parte de su piel. Con sus movimientos mi hombría se queda atrapada entre nuestras pelvis provocando que me excite aún más, se separa solo un poco para mirarme a los ojos, mi corazón se aceleró y simplemente no puedo dejar de verlo. Su mirada me hace suspirar, acelera sus estocada, no soy capaz de cerrar mis labios y sus labios aprovechan para atrapar los míos, cierro los ojos disfrutando de la textura de sus labios, jugando con su lengua, recorriendo su espalda con mis manos, suspirando por el recorrido que hace su mano por mi pierna mientras con su otra mano me sostiene de la cadera embistiéndome con fuerza y rapidez. Me perdí en sus besos, mi cavidad se contrae oprimiendo su hombría en mi interior. No puedo más, me muerde el cuello en el instante en que se viene dentro de mí y yo me corrí entre nuestros cuerpos. Cae rendido sobre mi cuerpo jadeando al igual que yo. Duramos así unos segundos más.
—Corte—grita Eun Ah, G.O sale de mí rápidamente cuando comienzan a acercarse, jale la sabana para cubrirme y limpiarme el resto de mi semen. Thunder le entrega la bata a G.O se la pone enseguida, fruncí el ceño mirándolo, es un tonto, me las pagará.

[G.O]

No estuvo mal, lo hice completamente mío. Me miro con enojo al terminar pero debíamos seguir filmando. Durante los descansos no me dirigió la palabra, ni siquiera me dedico una mirada pero aproveche en las escenas para besarlo, cuando actuamos...solo puedo pensar que me gusta su manera de verme durante la escena.

Por hoy terminamos de grabar, SeungHo fue el primero en irse, sigue furioso y dudo mucho que se le pase pronto. Supongo que valió la pena, no imagine que fuera así de dócil. Todos se han ido, bueno aún queda equipo de producción pero yo ya por fin me voy a descansar. Bajo hasta el estacionamiento, hoy me voy sólo, salgo del elevador buscando en mi maleta la llave del auto, la encontré, enseguida le quito la alarma, los seguros se levantan. Abro la puerta de atrás aventando mi maleta a los asientos, en eso me empujan por la espalda, caigo al piso del auto. Me giro para ver quién es, no me dio ni tiempo de pensar su nombre, me da un puñetazo en la cara, la vista se me nublo en el instante del golpe, me sostiene de mi chamarra levantándome para darme otro golpe en la cara.
—eres un idiota—me grita con fuerza levantándome de la chamarra, puedo ver la furia en sus ojos—creíste que me iba a quedar como un imbécil después de lo que me hiciste. Te metiste con la persona equivocada.
—tú lo hiciste SeungHo—detengo su puño dispuesto a golpearme—tú mentiste
—¿yo? Qué tontería dices—me suelta con brusquedad.
—tú me diste a entender que yo había abusado de ti pero acabas de mostrarme que no fue así. Me hubieras golpeado como acabas de hacerlo—me mira alejándose un poco de mí.
—nunca lo insinúe—lo mire sin comprender—¿te dije que lo habías hecho?
—pero tú dijiste...
—y por lo que veo no tienes ni la menor idea.—¿De qué está hablando?—no pienso caer en tu juego. Púdrete G.O—se levanta saliendo del auto. Lo mire sin entender, se acomoda su ropa alejándose cada vez más.

[SeungHo]

¡Que rabia! ¡Maldita sea! Estoy furioso, no puedo hacerle nada, ni siquiera golpearlo. ¡Que frustración! Me está tratando como si fuera un tonto que se deja hacer lo que él quiera. Estoy tan furiosos que no puedo pensar, solo sé que lo odio. No quiero volver a verlo, lo odio. Me sostienen con fuerza del brazo, volteo encontrándome con la mirada de G.O.
—explícame de que diablos estás hablando—me grita molesto. Ahora resulta que el enojado es él. Me suelto de su agarre.
—tu cabecita esta tan hueca que ni siquiera entiendes lo que tú mismo dijiste
—¡Maldición SeungHo!—parece desesperado.
—¿yo?—me señale a mí mismo—aquí el único que se ha dedicado a molestar, a arruinar cada segundo de mi vida eres tú. ¿Y te atreves a gritarme maldición?—estoy furioso en verdad, es un imbécil.
—eso no es cierto. Yo no te he hecho nada que tú no quieras—me reí por su cinismo.
—¿ha, de verdad? Veamos si sigues opinando lo mismo—lo tomo con fuerza de los hombros llevándolo al auto, lo empujo a los asientos traseros.
—¿qué haces?—trata de levantarse pero me siento sobre su abdomen atrapando sus brazos, dejándolo inmóvil, aunque pataleé no podrá escapar.—SeungHo déjame, en buena onda basta
—eres un cobarde que lo hace cuando no puedo defenderme, pero yo si te ataco de frente. Y tu suplica solo quiere decir que deseas lo que haré
—eso no...—no le permití hablar, me apodero de sus labios, besándolo con brusquedad. Se mueve tratando de zafarse de mí pero yo lo sostengo del rostro, besándolo como si nada existiera, solo sus carnosos y delgados labios, separo mis labios atrapando su labio inferior, jalándolo para así poder invadir su boca con mi lengua, encontrándome con la suya, haciéndola a mi antojo. Exploro su boca, enredando mi lengua con la suya mientras mis manos se aferran a su cuello, sus labios se separan encajándose con mis labios. Su lengua sigue mi ritmo, no pone resistencia, bajo mis manos por su torso, acariciándolo sobre la ropa, mi respiración se acelera constantemente, sin abandonar sus labios y el juego entre nuestras lenguas. Mis manos siguen su camino hasta llegar a la cintura, filtrando mis manos bajo su playera y sudadera, recorriendo su suave piel, suspiro sobre sus labios aun besándolo, no puedo esperarlo más, le desabrocho el pantalón bajándolo junto con el bóxer hasta las piernas, sostengo su miembro en mi mano, mordiéndole el labio inferior. Sus manos han quedado liberadas, me acaricia el cuello, bajando por mis brazos llegando a mis manos, pasándose a mí entrepierna, desabrochando mi pantalón, lleva su mano al interior de mi bóxer liberando mi erección, la masajea con sus dedos, recorriéndola desde la base a la punta, mi lengua domina la suya. Nuestras respiraciones agitadas chocan entre sí, mirándonos por un par de segundos a los ojos, ambos con los labios separados a causa de la excitación, desciendo a rozar mis labios con los suyos, sintiéndolo estremecer sin dejar de contemplar sus ojos oscuros. Le levanto las piernas haciendo que sus rodillas pasen sobre mis hombros, sostengo su cadera colocando la cabeza de mi pene en su entrada, jadea del dolor. Solo lo beso, jugando con su lengua sin darle el derecho de gemir, me aferro a su cadera penetrándolo de un solo golpe, él tiene sus manos firmes en mis hombros, su respiración se vuelve torpe, por esta razón abandono sus labios para dejarlo recuperarse. Me mira llevando sus manos a sostenerme del rostro, me sonríe levantándose a tocar mis labios con los suyos.—SeungHo~—susurra sobre mis labios comenzando a besarme, lo abrazo con fuerza embistiéndolo sin darle un segundo de descanso. Sintiendo como su cuerpo se contrae apretando mi erección en su interior, con un brazo lo rodeo mientras la mano contraria lo masturba, sus labios me tienen vuelto loco, me negaba a aceptarlo, sus besos me fascinan, su cuerpo me enciende y su mirada acelera mi corazón. G.O me abraza del cuello enredando sus dedos en mi cabello, acercándome aún más a él. El placer me invade, mis estocadas son más rápidas y fuertes, asegurándome de tocarle el punto sensible, G.O suspira entre besos repitiendo mi nombre, eso provoca algo que ni yo puedo descifrar. Aceleró mis movimientos, los vidrios se han empañado por nuestro calor. Sus paredes anales oprimen mi pene erecto, dejo de besarlo gimiendo al correrme en su interior y sentir la calidez de su semen correr por mi mano que sostiene su miembro.—Yo te gusto
—¿qué?—trato de apartarme pero se abraza a mi cuello, me sonríe atrapando mi labio inferior entre sus labios, no quise dudarlo y solo correspondo a su beso.

[G.O]

Después de hacerlo en el auto no me dijo nada, estuvimos en silencio mientras conducía a mi departamento, creo saber que SeungHo trae un dilema en su mente y seguro se pregunta qué está haciendo conmigo, aun así está aquí, conmigo, en mi cama, sobre mí embistiéndome con fuerza mientras devora mi cuello, ambos desnudos entre las sabanas de mi cama. Recorro su espalda con mis manos, jadeando con cada estocada que me da, mi erección esta entre nuestros cuerpos, frotándome al grado de dejar salir un poco de semen. Grite con fuerza al sentir que golpea dentro de mí, corriéndose enseguida en mi interior, enterrando mis dedos en su espalda, corriéndome entre nuestros cuerpos.

Los rayos de luz están derritiendo mi angelical rostro, siento el peso de su brazo sobre mi cadera, y su respiración contra mi espalda, su frente en mi nuca. Me quedaría así más tiempo con él si no fuera porque el sol me está provocando dolor de cabeza. Quito su brazo de encima de mí, me levanto de mi cama. Caminando hacia la ventana, cierro esa corta distancia entre las cortinas gruesas. Tengo hambre. Camine hasta mi cocina comenzando a preparar el desayuno y café. En eso siento sus brazos rodearme por detrás y claro que también siento su hombría, me besa el cuello.
—tengo hambre. ¿Que estas cocinando?—apoya su barbilla en mi hombro, su mano acaricia mi abdomen, no sé qué decir sólo sonrío mirándolo de reojo, ¿en qué momento me volví la mujer?
—omelette—asiente mirando lo que hago. Estamos tan cómodos y a la vez no sé qué pensar solo sé que me gusta...es extraño que estemos así después de tanto discutir.
—ahora entiendo por qué me fastidiabas tanto—susurra a mi oído, trate de mirarlo de reojo.
—¿de qué hablas?—siento su aliento al escuchar una pequeña risa.
—me amas—presume como si fuera...¿verdad?
—¿qué?—me hice el indignado, tratando de soltarme de su abrazo pero solo se aferra aún más a mí.
—deja pensar a partir de qué momento acelere tu corazón—veo su reflejo en el mosaico, actuando como si meditara algo.
—tú no...
—podría pensar que inicio en el camerino cuando me besaste—me quede inmóvil en sus brazos recordando ese momento, lo besé sin saber por qué lo hice.—Pero después de pensarlo...fue antes. En el casting—me gire para verlo de frente y poder defenderme, sus brazos me tienen atrapado—desde ese instante te guste—me quede callado mirándolo a los ojos con mi corazón acelerado.