Desde que tengo memoria siempre me ha gustado admirar el cielo. Ver sus colores, sus formas y las muchas cosas que hay visibles en él.
Atardeceres.
Amaneceres.
Cuerpos celestes o astros de luz.
La luna.
Formas en las nubes.
Cielos estrellados.
Tratar de unir estrellas para formar una constelación.
Ha habido noches donde solo hay oscuridad y aún así la admiro; donde solo la luna se hace presente en el firmamento brillando para ella misma, pero al mismo tiempo, iluminando mi camino. Muchas veces he quedado con dolor en el cuello por mirar hacia arriba con el único propósito de deleitar mi vista o tratar de unir cuerpos celestes.
Hasta ahora, mi fascinación por todas aquellas cosas ha ido incrementando de una manera que solo me queda disfrutar de lo que me gusta sin importar qué, sin importar que me pierda.
Muchas personas me dicen que no soy alguien común solo por el simple hecho de que me guste ver el cielo y las "estrellitas" o unas simples y pálidas nubes. Dicen que no entienden qué tiene de bueno admirar como una esfera de luz se esconde en el horizonte dando paso a la noche. Mi acción es encogerme de hombros porque sé que no lo entenderían. Ninguno entendería el porqué de mi fascinación y tampoco es mi deber explicarlo.
Papá dice que todo lo que hay allá arriba son solo especies de rocas merodeando en el espacio. Mamá dice que son personas fallecidas que se convierten en estrellas para siempre acompañarnos. Y los demás pues... no le dan siquiera importancia.
Por eso cuando conocí a alguien que al parecer tenia la misma fascinación y los mismos gustos que yo, simplemente no pude dejar de pensar en que era algo maravilloso. Había encontrado a alguien que no pensaba que era un bicho raro. Alguien con quien podía pasar horas hablando de mi obsesión hacia todo lo relacionado con el universo y no se aburría, me miraba y me escuchaba como si yo fuera algo magnifico. Alguien que desde el primer momento y primera palabra removió todo en mí.
"He buscado mucho tiempo para encontrarte. Fui a la deriva por el universo, solo para estar a tu lado"
Fue en una de esas tantas noches en las que estábamos acostados en un hermoso prado, con nuestras miradas en aquella hermosa noche estrellada, donde la luz de la luna nos acompañaba y nos arrullaba con su brillo junto con los miles de puntos blancos en el firmamento, que nos hicimos una inocente promesa.
"Algún día, te llevaré a conocer todas las estrellas, y te daré no una, sino todas las que quieras" _ le había dicho.
Prometí darle una estrella a quien fue mi primer amor. Ambos no teníamos edad suficiente como para saber que a veces todas las promesas no se cumplían por más que quisiéramos, que a lo largo de nuestra vida hay circunstancias que nos quitan abruptamente las ganas y las posibilidades de querer cumplir algo y simplemente quedan inconclusas.
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Somos Estrellas
Romance"He buscado mucho tiempo para encontrarte. Fui a la deriva por el Universo, solo para estar a tu lado" RELATO, historia corta completa.