Un día como cualquier otro dentro de la casa rodante, si es que a eso se la puede llamar casa a una parte de camper abandonado. Sí, creo que así se le puede llamar, estaba la pequeña Sky con apenas 8 años de edad, aún adolorida por la reciente operación en su cuello, según la información de su guardián, fuera del camper estaba el mayor ya nombrado buscando piezas para hacerle un inmovilizador para su cuello debido a que la menor se había estado quejando de dolores de los hombros para arriba.
Dejando ese tema al margen, centrémonos también en otra cosa: »el primer día de clases de Sky« en la primaria de Bay City, donde quién sabe que se podrá encontrar... Leo decidió que sería conveniente que ella estudiase en una escuela como esa para poder enriquecer sus conocimientos en: robótica, informática, y demás temas de interés de la pequeña cría que yace sentada en un taburete frente a la pared que tiene los planos y bocetos de todos los Mech-X creados hasta el momento.
Fuera del camper se encontraba un ya muy frustrado Leo por no lograr encontrar una pieza sumamente importante para hacer un inmovilizador para su pequeño, por así decir, tesoro viviente: Sky.
—¡Agh!—exclamó con frustración—. ¿¡Dónde están los tornillos cuando los necesito!? —se cuestionaba perdiendo la cordura momentáneamente mientras se revolvía el cabello en un intento de centrarse en lo necesario— ¡Sky, ¿puedes venir un momento?! —gritó de una forma que solo fuese audible para la nombrada.
Aunque después de todo vivían en un lugar poco habitado y planeaban cambiar su ubicación pronto.
Como era de esperarse la peli-castaña escucho su llamado y acudió, sin embargo no fue de la forma que él esperaba. Salió silenciosamente del camper, y se posicionó detrás del castaño mayor esperando a que se diese cuenta de su presencia detrás de él, y como era de esperarse la primera reacción del Mendel fue algo exagerada.
—¡Ah!—exclamó más alterado que antes—. ¿¡Sky?! Me pegaste un buen susto... —cabe recalcar que aún estaba agitado por las emociones acumuladas.
—¿Me llamabas, padre? —dijo la castaña-rojiza haciendo oídos sordos a lo que le dijo anteriormente al que ella llamaba papá.
—¡Uf! —soltó tomando aire unas cuantas veces más—. Sí, quería medir tu cuell— la menor lo interrumpió. No caería dos veces en la misma trampa poco elaborada.
—¿No me estás tomando del pelo de nuevo? —dijo desconfiando por la última vez que él le había dicho que mediría su cuello—, y no olvides que ésta vez te vigilaré —soltó de la nada haciendo el número uno con su dedo índice derecho a la altura de su hombro y moviéndolo de una manera autoritaria.
El mayor solo hizo cara pensativa en conjunto a una pose complementaria.
— ¿Eh? ¿De qué me hablas?
La cara de la menor ahora demostraba confusión por la cara del mayor a lo que dejó caer ligeramente la cabeza hacia la derecha.
—De cuando me ataste ayer, no creas que no me acuerdo —dijo acariciando su muñeca izquierda con la mano derecha mientras la recorría un leve escalofrío de pies a cabeza.
—Venga, ¿crees que haré algo malo, Sky? —la menor encarnó una ceja por lo que le dijo su superior—. Así que no lo decías en son de broma—desvío un poco la mirada—, ésta vez no haré nada más aparte de medir tu cuello. Mantente tranquila.
Esas palabras bastaron para que la joven Baker formara una sonrisa ladina, casi imperceptible si no prestas atención, y caminó directo a él con intenciones de quedarse allí pero no tenía pensado que él sería capaz de atraparla por el cuello y revolverle el cabello, lo que era común, ya que era una broma de ellos. Ella solo puso una expresión de "es enserio" y se acomodó sus alborotados cabellos para seguidamente darle un suave golpe en el hombro.
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La tecnópata || MECH-X4 ||
FanfictionEs mi manera de ver Mech-X4... Claro, es una adaptación de cómo sería si alguna de nosotras estuviera adentro. La historia relata la vida de "Ella" como la conocen los pilotos del gran Mech-X4, el robot que salva a la humanidad... Claro con la ayuda...