Ahora o Nunca - MINQI

Capítulo Único

Ese día, se salía de fiesta. Las amigas de Minnie lo llevaban planeando varios días, desde que se habían enterado de que el hermano de Soojin organizaría una velada para despedir aquel verano. La pelirrosa estaba emocionada por ir. Tenía ganas de pasar una noche sin preocupaciones, después de unos días en el que el estrés no la había dejado dormir demasiado. Así que, cuando propusieron aquel plan, no se lo pensó dos veces y aceptó de inmediato la idea de sus amigas. Estaba cansada de pensar con la cabeza, dándole demasiadas vueltas a las cosas. Esa noche pensaba desfasar y tomar decisiones sin pensar, a pesar de que se pudiera arrepentir al día siguiente. Daba igual, cuando se despertara, ella tendría que volver a la normalidad y no vería a las personas con las que se había encontrado la noche anterior, por lo que estaba segura de que lo que hiciera no tendría muchas consecuencias.

Así que, cuando llegó la hora, empezó a arreglarse con la ropa más llamativa que tenía. Miyeon le había dicho que todas se arreglarían bastante y, aunque no fuera mucho con su estilo el dar mucha dedicación a lo que se ponía, una noche era una noche. Eligió una blusa sin mangas blanca metida por dentro un pantalón azul marino ceñido a su cuerpo. Optó por un tacón bajo, pero suficiente para hacer destacar sus largas piernas, que Soojin le había dicho que la odiaba por tenerlas. El maquillaje por el que había optado era principalmente para destacar sus ojos y sus largas pestañas, dando el último toque a su rostro con un pintalabios rojo, cortesía de Miyeon. El pelo recogido hacia atrás dejaba ver el impoluto maquillaje, aunque no le hubiera costado excesivo tiempo hacerlo.

- Si no tuviera novia, te juro que te tiraría la caña ahora mismo. – dijo Soojin, entrando en el baño y viendo a su amiga terminando de arreglarse.

- Por favor, la que se la tiraría sería yo. – añadió Miyeon, justo detrás de la morena. – De verdad, Minnie. Estás increíble. – la pelirrosa se sonrojó.

- No me digáis estas cosas que me las creo. – cerró el estuche donde guardaba el maquillaje. – Miyeon, ¿dejo esto en tu cuarto?

- Sí, no te preocupes de dónde lo dejas. Mañana me vais a tener que ayudar a recoger, así que haz lo que quieras. – las tres se rieron y terminaron de organizar la habitación de la castaña, antes de agarrar sus bolsos y salir de la casa.

En la puerta del patio se encontraban el resto de las chicas de su grupo con las que se irían de fiesta. Todas estaban tanto o más emocionadas que Minnie y hablaban de cómo iban a disfrutar hasta que se hiciera de día. La pelirrosa sabía que algunas de ellas iban a por todas y, si caía alguien por el camino, pues sería bienvenido o bienvenida, para qué cerrarse puertas. Minnie y Miyeon, a la cola del grupo, iban cada una sumergidas en sus pensamientos, hasta que la castaña rompió el silencio entre ambas.

- Y bien, ¿qué esperas de esta noche? - preguntó, agarrando el brazo de la más alta para poder caminar juntas.

- Pues la verdad es que no me quiero preocupar demasiado por lo que pase. Siempre que salimos estoy algo cohibida y pienso mucho antes de actuar. Sobre todo, en las consecuencias que me puede traer después. Pero hoy he decido que me da igual. Voy a ser como Ryujin y Yeji. Vamos a darlo todo. - Miyeon se rio ante aquel comentario y miró a las dos chicas que encabezaban la marcha. Ambas no habían probado gota de alcohol y ya iban bastante a tope. Se notaba que eran las más ruidosas del grupo y la gente se quedaba mirándolas al pasar. Minnie les tenía hasta cierta envidia en ocasiones. Pensaba que ojalá tener siempre la espontaneidad de ambas y poder ser más libre, pero a veces le era complicado ir contra su propia razón.

- Hoy es un buen momento para desmelenarse. Yo confío en que hoy es tu noche. – Miyeon se acercó más a ella y Minnie pasó uno de sus brazos por el cuello de su amiga.

- Eso espero yo también. – añadió con una sonrisa, para, a continuación, acercarse más al resto del grupo y entrar en una loca conversación donde Soojin contaba cualquier cosa que se le estaba pasando por la cabeza, haciendo reír a las demás.