𝗗𝗔𝗧𝗦𝗨𝗭𝗢𝗞𝗨

17 4 1
                                    

Ailén asistía a la misma cafetería desde hace diez años, recuerda la primera vez que degusto el delicioso café de la señora García. Le recordó al café que solía dejar su abuelito cuando vivían con ellos, la puso tan feliz que comenzó a llorar y le rogó a sus padres traerla todos los días ahí para desayunar y en algunas ocasiones para cenar.

El lugar había cambiado ocasionalmente sus menús, pero el lugar seguía siendo el mismo que cuando llegó por primera vez. El delicioso aroma de café tostado por todo el lugar, mezclado con manzana y canela del aromatizante que solían poner como siempre.

Lo que sí le sorprendió de ver fue un joven muy apuesto de cabello pelirrojo y del otro albino. El cual no estaba seguro de que pedir, así que ella le hablo por cortesía y le recomendó lo que siempre tomaba, él le agradeció y fue cuando pudo ver sus ojos. Se atrevía a decir que eran los ojos más hermosos que había visto, tanto que se sonrojo como un tomate del huerto de su abuela.

Desafortunadamente él noto aquello, por lo que pidió su orden (la cual le fue entregada rápidamente), agradeció por ella y luego salió del lugar completamente avergonzada. Sobretodo por qué podía escuchar las risas de la señora Flor.

Solo esperaba que no se volvieran a encontrar de nuevo. Pobre e inocente Ailén.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐃𝐀𝐓𝐒𝐔𝐙𝐎𝐊𝐔 | 𝐁𝐍𝐇𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora