I don't put anything on my lips.

- Youngjae hyung, ¡basta!

Esos labios rosados se comprimian una vez más en dirección al más alto de ahí.

- I don't put anything on my lips.

Esa icónica frase junto con una risa, resono una vez más en sus oídos y se comenzaba a fastidiar.

No, no malentiendan, en realidad a Yugyeom le causaba mucha gracia cada vez que alguno de los chicos lo arremedaba con eso. Pero ese sentimiento incómodo llegó a instalarse a su pecho cuando accidentalmente poso su vista por más de 10 segundos en los bonitos labios de su hyung.

Se sentía extraño y no era que nunca había sentido eso, ya había salido con un par de chicas cuando lo había sentido, pero ahora no era ninguna chica de sonrisa linda, cabello negro o cintura pequeña... Era su hyung y no cualquiera.
Era Youngjae hyung, aquel que siempre daba la impresión que debía de cuidar de él, protegerlo y ayudarlo en lo que podía... Incluso creía que Youngjae era su maknae.

Se volteó rápidamente con el ceño fruncido, no pasando desapercibido para el mayor de ahí.

-Lo... Lo siento, Gyeomie -Youngjae al mismo tiempo tomo la muñeca del alto para detener su andar-, ya no te molestaré más con eso... Pero es que es tan gracioso...

La vista del chico de mejillas rosadas se poso en el suelo mientras soltaba pequeñas risitas.

Yugyeom cerro sus ojos, tratando de tranquilizar su corazón, pues ese punto donde su piel hacía contacto con Jae le estaba quemando. Retiro lentamente su muñeca y volteó a verlo.

-Lo siento, me siento extraño. No es su culpa hyung.

Preocupado el más bajo tomo del rostro al menor, su mirada aún brillaba por las lágrimas acumuladas de tanto reír.

-¿Tienes fiebre?, ¿te duele la garganta?, ¿quieres ir a descansar?

Preguntas lo empezaron a bombardear, pero sólo había escuchado la primera ya que su mente se desconecto en el momento en el que lo había tomado de su rostro y pudo verlo más de cerca.

Eso lo había empezado a sentir desde unos meses atrás, justo cuando terminaron de ensayar y Youngjae se había recostado en el suelo junto a él. No era la primera vez que se quedaban acostados, ni tampoco era la primera vez que lo había visto así, con sus brazos descubiertos, sudor en su cuello, el cabello pegado a su frente y su respiración agitada.
Una extraña sensación recorrió su cuerpo y quiso besarlo.
Ese día fue el comienzo del uso de la frase "no puedo, tengo que ensayar, hay pasos nuevos que tengo en mente" cada vez que alguno de los miembros lo invitaban a pasar el rato, incluso a BamBam le había cancelado todas las salidas y esté sabiendo que pasaba algo lo enfrento al final.

-Yugy, salgamos.

-No puedo, ten-

-Tengo que ensayar, hay pasos nuevos, tengo que hacer una coreografía... -el más alto lo miro y el peliblanco se cruzo de brazos-, se acabaron las excusas. Todas ya me las sé.

Ambos seguían mirándose, uno tratando de exprimir su cerebro para dar una excusa que no sonará como excusa, ¿que su mascota se enfermo? Pfff, no, él no tenía mascotas, ¿su abuelita se enfermo?, tampoco igual no podía recorrer en 10 minutos 15 kilómetros.
Una suave voz lo saco de sus pensamientos.

-¿Por qué te estás aislando Yugy?

-No sé de que hablas.

-Vamooooos, no me tienes que mentir. Soy tu mejor amigo -BamBam resoplo y lo tomo de los brazos para que lo viera a los ojos-, y sé que te gusta uno de nuestros hyungs, pero aún no sé quién pueda ser.