Obssesive [KOOKV] COMPLETA

Four

Tercera sesión con el terapeuta, día 15 después del primer mes.

—¿Logró llenar los cajones? —

—Lo logré—afirma Taehyung

—¿Cómo se siente? —

—Igual, no dejo de pensar en él, me sigue doliendo...— el tono que usa es desganado, como empujando las palabras.

—¿Qué puso en los cajones? —

—Eso fue lo más difícil... no recordaba que tenía ahí por mucho que lo pensé, entonces compré materiales, pinceles, pinturas, óleos y los guardé ahí— Explica Taehyung con algo de desinterés

—¿Es usted artista? —

—Sí, me dedico fundamentalmente a la enseñanza, le enseño a los niños a conocer los materiales para pintar, a explorar sus habilidades artísticas, y hago pintura al óleo... me encanta el hiperrealismo, vendo algunos de mis cuadros—respondió Taehyung un poco avergonzado.

—¿Me mostraría uno de sus cuadros? — preguntó el terapeuta con cierta emoción.

—Y eso... ¿Cómo ayudaría a que dejara de pensar en Jungkook? —

El terapeuta miro su reloj de pulsera antes de responder—Logramos hablar de algo que no fuera Jungkook unos ínfimos instantes... pero al parecer usted no se dio cuenta... que interesante que pinte al óleo, le va con su forma de vestir...¿Sabe?, La boina y todo su atuendo— menciona el terapeuta sonando algo despreocupado

—oh, gracias...—las mejillas de Taehyung se tiñeron de un leve carmesí, tanto por el cumplido como por la observación que le realizó el psicólogo.

El terapeuta se acomodó en su silla y preguntó por uno de las tareas que habían dejado la sesión anterior—¿Trajo los tazones que usaba Jungkook? —Taehyung asintió suavemente, los sacó del maletín que llevaba, perfectamente empacados en papel periódico, los organizó encima de la mesa del más pequeño al más grande, eran Cinco en total—¡Perfecto! —exclamó el terapeuta.

Emocionado el psicólogo se paró de su silla y sacó un tiro al blanco de su cajón, lo colgó en la pared y con una enorme sonrisa miró a Taehyung para explicarle—hoy va a tratar de darle al blanco con esos cinco tazones, va a tratar de obtener el puntaje más alto, yo traje—

—¿Qué? —interrumpió Taehyung abruptamente la explicación.

—Lo que oyó, no les da ningún uso ¡¿Qué mejor que divertirse?! —

—Pero...eran los que... —

A Jungkook le gustaba mucho comer, sus ojos brillaban en una expresión infantil cuando lo hacía, su relación con la comida iba más allá de la que tuviera cualquier persona...

Hay toda una historia con el tercer cuenco que reposa sobre el escritorio del terapeuta si Taehyung se pone a pensarlo... un día de tantos sumados Jungkook se colocó "juguetón", vertió un poco de caramelo en ese cuenco y lo usó para endulzar los pezones de Taehyung, sus labios y cualquier parte del cuerpo que se le ocurrió...

Jungkook era tan apasionado, tanto que su primer beso con Tae no fue "convencional" ... justo después de su trémula declaración con el abrazo precipitado en frente de la puerta del departamento del mayor sin esperar respuesta Jungkook lo tomó suavemente del rostro y le besó acorralándolo contra la puerta del departamento, efusivamente hasta dejarlo sin aire.

"Perdón, te tenía tantas ganas que perdí la cabeza, perdón"

Taehyung no pudo creer la cara de niño bonito que le hizo Jungkook al decirle eso después de haberlo besado de forma tan candente todavía le cosquilleaban los labios, nadie pensaría que la verdadera naturaleza de ese chico de aspecto tierno y conejil fuera tan pasional, daba la impresión de que no quebraba un plato...

—¿Eran los que usaba Jungkook?, Con más ahínco debe hacerlos pedazos— La voz del terapeuta rompió el hilo de pensamientos en el que se había enredado Taehyung en el instante que los recuerdos alrededor del tazón lo envolvieron "como raro"

—Pero—

—Si le parece muy complicado podemos intentar inicialmente disponerlos sobre la mesa sin tener en cuenta su tamaño— propuso el terapeuta para noquear hábilmente la protesta que intentaba armar Taehyung.

Y aunque esto sonaba más sencillo, no fue sino hasta tres sesiones después que Taehyung logró tolerar el ver los tazones desorganizados sobre la mesa, aprendió ejercicios de respiración y a convivir con el malestar que "el desorden" le generaba por lo que a la séptima sesión llegó finalmente el momento de quebrar los tazones contra la zona de tiro.

Taehyung lloró al final de la actividad, porque al ver los restos de los tazones en el suelo no pudo evitar pensar que así estaba su corazón, que los pedazos filosos se clavaban por todas partes y por eso dolía tanto, mes y medio después del primer mes y dolía tanto, los cuencos rotos eran la perfecta metáfora de su corazón.

"Jungkook ¿Puedes ver los pedazos de mi corazón?"

No, Jungkook no puede verlos, como tampoco puede ver que Taehyung ya revisa sólo dos veces que la puerta principal del departamento tenga seguro... fue la misión que le dejó su terapeuta. Sentado en la cama de su habitación Tae quiere ir una tercera vez a revisar, se muerde el labio y apreta las sábanas entre sus dedos mientras se pierde una vez más entre los incesantes recuerdos.

Jungkook en un principio le dijo que se sentía seguro con él, porque verificaba 7 veces que puertas y ventanas estuvieran cerradas, después se comenzó a quejar y le decía qué no hacía falta...

¿Qué, qué era más importante? Ver la película o verificar siete veces las puertas y las ventanas... el día que le hizo esa pregunta, Jungkook empezó a ver la película sin él, Tae se perdió 15 minutos de la película, pero no fue mucho problema, al final Taehyung logró entenderla, lamentablemente no alcanzó a comprender que ese no era el problema.

"¿Qué dirías Jungkook si te digo que ya no reviso 7 veces las cerraduras?, sólo dos... ¿Me esperarías para ver otra película?"

"¿Qué dirías Jungkook si te digo que no reviso las cerraduras de las puertas de mi corazón? ellas siguen estando abiertas para ti..."

"Dos meses más del primer mes y aun te estoy esperando... ¿Me cruzo yo por tu cabeza?, ¿Volviste a la academia?, Yo no fui capaz, creo que te veo y me pongo a llorar, patético y desajustado, y yo... yo no quiero molestar"