Al tu callado ❀ Eren Jeager

Al Tu Callado✿

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⚠Advertencia⚠
Este one-shot se desarrolla en acontecimientos del manga.
Así que si no sigues este te resultará confuso entender la lectura.

💨Aclaración💨
Este one-shot está inspirado en la canción de “Al tú callado” compuesta por el grandioso de Mothy/Akuno-P, así que agradecería que pasarán a escuchar sus demás obras.

Y perdón si encuentras errores de ortografía.

1705 pabaras.
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—Eren, ¿estas bien?

—Si...

Era el momento del atardecer, algunos pájaros se encontraban volando a sus hogares creando un paisaje hermoso, un paisaje que no podías disfrutar.

El chico al lado de ti mantenía una expresión de melancolía, tristeza, una expresión que sabías que algo malo sucedería y que cambiaría la vida de ambos.

Y eso tú lo sabías perfectamente.

Desde aquel momento en que recuperaron Shinganshina todo había dado un giro de 180°.

—Eren, has estado así desde hace un tiempo. Puedes confiar en mí y contarme lo que sea, yo siempre de apoyaré en todo.

—Lo sé...

Sabias que si seguías preguntando no conseguirías nada, pues ya lo habías intentado unas cinco veces, de las cuales no recibiste una respuesta convincente o que te ayudase a descifrar lo que aquel castaño sentía en esos momentos.

—Volvamos a casa.

Te levantaste del suelo y tu acompañante te siguió camino a casa, ibas un poco adelante de él solamente por unos pasos.

—El atardecer es muy bonito ¿no?

—Si.

Lo miraste de reojo, mantenía la misma expresión.

Asi eran tus días desde la última expedición con la Legión de Reconocimiento, tu fuiste siempre alguien positiva y alegre, pero en esos momentos no sabías donde ver lo positivo.

Al final te lograste acostumbrar por la actitud del castaño, pero aún te seguía incomodado el silencio que se formaba entre ustedes dos, aún siendo pareja.

Por qué si, Eren después de todo correspondió tus sentimientos en una era donde no podías amar a alguien por qué tarde o temprano moriría. Pero ese no fue el caso en su relación.

Al principio el se mostraba inexperto en el tema, pero poco a poco se fue abriendo a ti, hasta ese momento donde te parecía que se iba alejando más y más de ti.

Mientras caminaban de regreso a casa, tomaste la mano contraria y pudiste ver de reojo un ligero sonrojo, lo cual provocó que embozaras una sonrisa sincera.