Un fin es un nuevo comienzo

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Habían caminado un par de cuadras cuando Sakura rompió el silencio que reinaba entre las dos desde lo ocurrido en el incidente del bar.

- A dónde me llevas Ino? - preguntó la chica de ojos verdes a su amiga, la cual pudo notar la tristeza y rabia persistentes en su rostro.

- Pensaba invitarte a mi casa por unas copas si beber es lo que quieres, ya sabes, a Sai y a mi nos gusta beber de vez en cuando y tenemos unas buenas bebidas en casa, mucho mejor que lo que puedas encontrar en cualquier pocilga de por acá - le contestó alegremente - Por lo demás, hoy Inojin se queda en casa de Shikadai y Sai se encuentra fuera de la aldea, podemos conversar sin problemas

Sakura, al terminar de escuchar estas palabras, se detuvo súbitamente. La mención del hijo de Ino la hizo recordar que había olvidado algo importante.

Su mente, dispersa en los sentimientos amargos olvidó totalmente que Sarada hoy pensaba preparar junto a ella alguna comida especial para compartir y celebrar la llegada de Sasuke a la aldea luego de su última misión. El Uchiha ya sabía de esto y había prometido llegar temprano a casa luego de terminar con el papeleo relativo a la misión en la oficina del Hokage.

- Que papeleo ni que nada, maldito mentiroso - pensó para sí misma. Solo el hecho de pensar en todas las veces que Sasuke se había excusado de llegar tarde, o a veces de incluso no llegar a dormir a casa justificándose en 'papeleo' la hizo apretar los dientes tan fuerte que toda su cara se tensó y empezó a doler. ¿Hace cuánto que ellos dos estaban juntos? La idea de saber que ella creyó siempre en él y jamás sospechó algo así le dolía en lo más profundo del corazón, se sentía inmensamente traicionada.

- Qué pasa Sakura? Te encuentras bien? - preguntó Ino preocupada al ver la rabia en su amiga que se mantenía inmovil a su lado. Podía notar que en cualquier momento las lágrimas saldrían de los ojos de su amiga.

- Yo... he olvidado algo Ino... yo... le dije a Sarada que hoy cocinaríamos juntas pero... - su voz se quebraba - Yo no quiero ir a casa Ino, no quiero, no puedo.

Las lágrimas caían por su rostro y eran limpiadas de él por su compañera que jamás la había visto tan frágil como en ese momento. Ella siempre había admirado a Sakura, desde que eran pequeñas, siempre la había considerado una chica fuerte, hermosa, inteligente, que a pesar de todas las dificultades igual salía adelante, jamás rindiéndose y con esperanzas en sus ojos. En este momento la chica a su lado se veía frágil, sin brillo en sus ojos, sin ganas de luchar contra lo que fuera que la tenía en ese estado, no la reconocía. 

Iba a decir algo, lo dudó. No se atrevía a decirlo pues podía ser precisamente la causa de todo esto, pero finalmente decidió preguntar.

- Esto es por Sasuke, no Sakura? No quieres ir a casa porque él estará allí? 

Si había algo, o mejor dicho alguien, que podía llevar a su amiga al extremo de las emociones más bellas de felicidad y amor, así como a la más profunda tristeza y angustia, ese era Sasuke Uchiha. Luego de ver cómo la chica del pelo rosa había sufrido y arriesgado todo por el desertor, incluso cuando ella misma, que también declaró haber estado enamorada del mismo sujeto, decidió dejar ir esos sentimientos, Sakura seguía allí. Esperando. Arriesgando. Con la esperanza de que él volviera y todo fuera como era antes.

No necesitó respuesta, la expresión de shock en los ojos esmeralda frente a ella lo dijeron todo. -Después de todo si se trataba de lo que ella creía. Qué es exactamente lo que habría pasado? Miles de posibilidades e ideas recorrieron su mente en menos de un segundo, pero decidió no ahondar en ellas pues en este momento debía ayudar a la chica que lloraba junto a ella.

- Podrías quedarte hoy en mi casa - dijo Ino pensativa - Qué piensas si voy a darme una vuelta a tu casa a avisar que surgió algo urgente en el hospital y debes quedarte toda la noche trabajando? Sarada lo comprendería y no creo que se enoje porque no pudiste ir a cocinar con ella hoy - sugirió la chica rubia, tratando de dar una opción a su amiga que ya se encontraba un poco más calmada