la razón de mi existencia

sentir que es nacer

Año inexistente

El infierno es un lugar de desesperación a donde van las almas malvadas o las que no creen en dios, tras su muerte, Arthur se dirigió allí los 9 meses en que se tarda en formar un humano en el vientre materno, pero el tiempo pasa de manera distinta en este lugar, la equivalencia del tiempo en el infierno es de aproximadamente de 25 años y por un solo día en Lendiforma, suficiente tiempo para enloquecer a cualquier ser

Arthur: -voy a matarte...diosa de mierda-

*pensó enojado*

O fortalecer su mente si se posee un objetivo

Nota: el sufrimiento que pasa Arthur en el infierno es dejado a libre interpretación

Cuando el tiempo de Arthur en el infierno finaliza Death-sama aparece ante el

Death-sama: paradizna (paradizna es el saludo utilizado al sitio al que va) joven Arthur, ¿Qué tal? ¿listo para recibir una nueva vida? ¿has disfrutado tu estadía? Jeje...

*decía sarcásticamente mientras sonreía*

Arthur: ¡¿COMO VOY A DISFRUTAR ESTO?!

Los 10 segundos que había apreciado el infierno era mas que suficiente para "ver el horros, la muerte y la desesperación al rostro"

Death-sama: no hay necesidad de exaltarse por la emoción, veo que lo has disfrutado, como sea, eso no es relevante en este momento, al llegar allí tendrás las partes más esenciales de tus recuerdos y tendrás el razonamiento que posees, pero tu cuerpo seguirá siendo el de un bebe, no olvidaras tu idioma por completo, pero deberás aprender a comprender el de este nuevo mundo, deberás crecer y hacerte fuerte para llegar a mí en este mundo lleno de dificultades... Una cosa más, entre mas te adaptes y aceptes este mundo, mas olvidaras tu mundo, hasta el punto de que tu antiguo mundo solo será un sueño lejano... hazte fuerte y prevalece...

Mientras una gran luz recubría todo... el nuevo cuerpo de Arthur salía del vientre de su nueva madre, consiente de su nueva existencia, la cual tendría que afrontar con la mínima esperanza de regresar a donde pertenece

Mujer anciana: ¡es un varón!

Madre: ¡al fin nació!, soy madre

*dice con lágrimas de felicidad*

Padre: esto es bueno, pero en nuestra condición no creo que criar un hijo, no creo que podremos darle un buen futuro

*decía en tono de felicidad y frustración*

Madre: te pondré... Arthur... como el gran rey de la leyenda

Arthur aun siendo un bebe está consciente de lo que le rodeaba, escuchaba y entendía todo lo que sucedía, creyendo que su nueva vida tampoco sería muy extensa

Los días pasaron con relativa tranquilidad, como sus recursos eran limitados su padre debía forzarse trabajando como jornalero para intentar mantener a su familia, debido a su bajo estatus económico y social no poseían apellido desde hacía ya varias generaciones, pero seguían esforzándose para salir adelante

Cada día Arthur se empeñaba por ver detalladamente las acciones de las 2 personas que lo rodeaban, tratando de comprender las palabras que decían, también gracias a que era un bebe se le enseñaba algunas frases simples que lo ayudaban a ampliar su vocabulario

Madre: este niño no duerme, estoy preocupada, se queda tranquilo y solo me observa ¿debería conseguirle un juguete o algo?

Arthur: -esto es un fastidio...eh...madre... no hago nada mas que comer y evacuar, además que dormir es una tortura, me siento cansado, pero no puedo solucionarlo, además debo saber que dices para cuando crezca-