Las veces que Bakugo escuchaba una conversación ajena las consideraba un problema para alguien que manda a la mierda a cualquier persona. Pero estaba ahí, sin poder moverse, en lugar de poder aprovechar la hora del almuerzo que tanto amaba.
Todoroki y Midoriya se encontraban en el salón de clases hablando sobre cosas triviales, hasta que el muchacho de cabello verdoso comenzó a preguntarle al otro sobre temas un poco más personales-amorosos. Ya que el peliverde había alcanzado a ver una cabellera de tono rubio cenizo, no era para menos decir que el joven Midoriya constantemente notaba las miradas de su amigo de la infancia hacia Todoroki, no le costó mucho llegar a la conclusión de que sentía atracción por él.
Le preguntó, sin rodeos, si ya había dado su primer beso. Dicha pregunta dejó al bicolor un tanto pensativo, ya que ese tema lo había escuchado de sus compañeras y compañeros de clases pero nunca le tomó importancia porque tenía otras cosas que hacer como odiar a su padre, descubrir si Midoriya tenía un lazo familiar con All Might, sus entrenamientos, tareas, seguír odiando a su padre, entre otros.
–No lo he dado– fue su simple respuesta.
Al chico explosivo se le agrandaron un poco los ojos por la sorpresa. Porque vamos, el chico más estúpidamente lindo de la U. A, a sus 16 años, sin haber dado ningún beso, era para reír. Pero su rostro cambió al sentir un calorsito en su vientre, por un momento pensó que era gastritis de tanto comer picante y luego negó ya que hubiese sentido dolor en lugar de... Bueno... Eso.
Shoto no quizo hablar más sobre el tema, es por eso por lo que cambiaron de forma drástica de que hablar.
A Bakugo ya no le interesaba lo que decían del buen clima que pasaba, así que optó por irse, cuando estaba doblando por la esquina del pasillo se encontró con una delegada sonrojada, era obvio que ella también escuchó la conversación. La miró de abajo para arriba y le lanzó una mirada despectiva, yéndose por fin.
Al llegar con su squad, comió ramen picante como si nada. Medio oía las conversaciones de sus estúpidos amigos, que básicamente constaban en burlas, críticas y chisme; por que los hombres -y Mina- también eran chismosos.
Todo “normal”-aún que con ellos ya nada era normal- hasta que casi se muere asfixiado por atragantarse con su ramen, al escuchar de Mina el plan super genial que las chicas idearon en su chat grupal, nombrado Robo a Todoroki. Bakugo no se quebró la cabeza tratando de averiguar a que mierda se referían, pues era muy notorio.
“¡Pero si todo acaba de pasar hace unos minutos!
¡¿Cómo es que incluso ya pensaron en un plan!?
Vaya que las mujeres son... especiales” pensaba con amargura el rubio cenizo.Carraspeó su garganta, más tranquilo le interrogó casualmente, según él, a Mina sobre el dichoso plan.
–¡Eh! Bueno... Yaoyorozu solo dijo que se iba a confesar a Todoroki. –volvió a leer los mensajes–Pero Uraraka le dijo que se fueran a la parte de atrás... ¡Ah! Por que la delegada comentó que Todoroki-kun sigue virgen de los labios... – susurro lo último para no armar un escándalo de parte de los animales que tiene por amigos.– Y Hagakure la convenció para robarle el beso... Jiro le puso el nombre al plan.
–¿Cuando van hacer eso?
– Si se arma de valor... Mañana, ¿por qué?
Ya no quizo escuchar más y se levantó de la mesa, caminando hacía los baños. Entrando azotó una puerta y expulsó un líquido con tonalidades amarillentas.
–Bilis... Maldición– suspiró y se deciso de la evidencia. Enjuago su boca, se recargo por un momento en la pared más cercana y se fue buscando quitarse ese mal sabor.
En su trayectoria, recordó lo dicho por Mina y chasqueo la lengua. No debería involucrarse. A la mierda con la delegada, a la mierda ese plan, a la mierda el beso, ¡a la mierda todo!.
•••
“Por qué si dije a la mierda todo, estoy tan ansioso” Rebotaba su lápiz sobre el pupitre múltiples veces, llegando a ser el sonido un tanto irritante.
Miró casi todos los movimientos de la cola de caballo durante las clases e inclusive en la hora de almuerzo. Ya casi terminaban el día escolar y no podía estar como stalker tras ellos.
Sonó el timbre de salida y espero a que salieran todos los llamados extras por él. Alzó una ceja cuando vio a la azabache acercarse al medio albino y frunció el ceño al ver que intercambiaban unas palabras para después salir del aula.
–Blasty, ya nos vam– Kirishima no terminó su oración al ver como él mencionado, salió bruscamente del salón.
–¡Oi Bakubro la salida esta para el otro lado!– Kaminari señaló al lado contrario del que caminaba el rubio. Siendo ignorado, como siempre.
Los siguió, justo como dijeron, fueron a la parte de atrás. Se escondió, le iba a dar la oportunidad de decir su patética y cursi declaración. Y escuchó.
–Todoroki-san... Y-yo... Bueno, verás... Yo siempre te he admirado... Esa admiración nunca va terminar... P-pero, yo he desarrollado u-un sentimiento por ti... T-tu... ¡Tu me gustas! – la azabache estaba hecha un mar de nervios, no podía ni mirarlo a los ojos.
Todoroki, por otro lado estaba asombrado, aún que no pareciera ante su casi inexpresivo rostro. No sabía que decir, ni siquiera que hacer. Desvió su mirada para poder concentrarse y no sucumbir ante los nervios que crecían dentro de él.
Bakugo los observó. Se puso en alerta al ver a la delegada dar un paso en frente del bicolor.
Lo que sucedió después fue como en cámara lenta. Apenas la azabache intentó dar el otro paso, el chico explosivo no dudó en empujarla, haciendole caer a unos metros de distancia. Él se situó enfrente de Shoto, se elevó un poco sobre sus pies y sin dudarlo - de nuevo - , lo agarró de la nuca y lo besó.
Todoroki intentó moverse hacia atrás, pues no podía creer que su compañero, el chico explosivo, terco, mal hablado, indomable, etc,¡lo estuviese besando!
Bakugo al sentir su intento de alejarse se pegó a él peligrosamente, rozando sus partes. Sacándole un suspiro al contrario. Y percibió como aquellas manos descendían sobre su cuerpo dejando una sobre su cadera, empujandolo más, y la otra sobre su tracero.
“Wow...
¿De esto me estuve perdiendo?
Una vez, vi como eran los besos, pero no creí que se sintieran tan...”Abrió sus ojos y aprecio la cara del rubio sin ninguna pizca de enojo. Sus alientos chocaban tan dulcemente y lo apretó más contra sí. Shoto ya lo consideraba su mejor beso, y algo por lo cual se sentía un adicto, el cual no podía parar de succionar torpemente los labios contrarios, haciendo sonreír en medio del beso a Bakugo.
El primero en pedir tiempo, fue el más bajo por falta del jodido aire.
–¿En serio fue tu primer beso? Me estabas casi devorando.– soltó una risa, recostado su cabeza en el hombro del mayor.
– Vuelve a reír así, por favor.
–En tus sueños, mitad-mitad – sonrío de forma retadora.
–Entonces vuelve a besarme...
–... Eso con gusto.