Capítulo1: Ejecución

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—La declaración del líder de la secta Nie despejo todos los rumores. ¡Resultaron ser ciertos! ¡El delincuente Xue Yang será ejecutado mañana!

El aire se quedó atorado en sus pulmones y un dolor desgarrador le atravesó el pecho.

—El líder Nie... ¿Dijo eso? —Se negó a aceptar que fuese real.

—¡Por supuesto! Esta mañana reunió a todos los jefes de las sectas y dijo que después de la ejecución harían una fiesta para celebrar el castigo de quien ha causado la muerte de muchos.

Xiao Xingchen tuvo un fuerte mareo que lo hizo tomar asiento. La joven mujer que se encontraba ahí con su hija pequeña, se asustó y le sirvió un vaso de agua.

—DaoZhang ¿Se encuentra bien?

—Sí, sí. Pero dime, ¿Dieron más detalles de la ejecución? —Xingchen acepto el vaso, pero no bebió.

La mujer lo miro extrañada a que no le diera importancia a su estado de salud sino más a la muerte de un criminal, no obstante, contestó.

—No dijeron mucho, solo eso, mañana temprano será asesinado.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos luchando por salir al igual que los sollozos, se tragó el dolor y despidió a la mujer.

—Recuerda que la pequeña A-Song debe tomar las raíces de loto dos veces al día.

La mujer le agradeció y la niña se despidió agitando su mano con entusiasmo. Cuando cerró la puerta finalmente pudo llorar amargamente. ¡No podía ser cierto! Xue Yang le había comentado que Jin GuanYao le dio su palabra diciendo que lo protegería, incluso le prometió ayudarlo a escapar sano y salvo.

Tenía que hablar con Xue Yang de inmediato. Cerro más temprano de lo habitual y emprendió su camino hasta LanLing Jin.

Su relación comenzó de una manera muy peculiar; meses atrás el delincuente Xue Yang fue capturado por cultivadores que emplearon métodos ciertamente equivocados, lograron someterlo en una emboscada donde el joven termino al borde de la muerte por la gravedad de las heridas y contusiones provocadas. Fue llevado hasta la secta Jin donde establecieron que el hombre no debía de morir hasta que no recibiera el castigo que se merecía, al parecer ser golpeado casi hasta la muerte no era suficiente; querían una humillación publica donde sufriera hasta su fin.

Por lo que no podían dejarlo morir, aún. Buscaron al famoso cultivador y médico Xiao Xingchen, de quien sabían hacia algunos meses que estaba viviendo en el bosque. Era conocido como una deidad pues no solo era el mejor sacerdote taoísta sino también un experto magistral con la medicina y los métodos para salvar a cualquiera de la muerte.

Poco sabían de su vida personal, en realidad Xiao Xingchen se consideraba solo un hombre normal. Decidió establecerse en el bosque, ya que no era fanático de las grandes sectas ni sus opulentas celebraciones; esta decisión también fue en parte que su compañero y amigo, Song Lang se marchó tras una discusión.

Xiao Xingchen había defendido y protegido a una familia muy pobre que encontraron en su camino, las pobres personas eran extorsionadas por cultivadores errantes donde atraparon al líder, lograron ahuyentar a los subordinados y alejarlos de la familia. Cuando el sujeto estaba atado empezaron a discutir, pues Song Lan creía que lo mejor sería matarlo antes de que regresara a buscarlos, pero Xingchen creía que lo correcto sería llevarlo hasta la secta más cercana y se eligiera el castigo adecuado.

En un momento de distracción el criminal logro soltarse y ataco a Xingchen quien no tuvo otra opción que defenderse, el hombre murió. Días después los subordinados atacaron el templo de Song Lan, su familia fue asesinada brutalmente quedando irreconocibles.

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