[CANCELADA]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~

~55~

Mientras Alastor y T/N se dejaban llevar por los besos y caricias, una demonio se encontraba malhumorada y triste en su club.

Rosie.—¿Qué te pasa ahora?

Mimzy.—Nada de importancia —dijo con toque orgulloso. No quería mostrar su inquietud.

Rosie.—Oh, ya veo. ¿Te incómoda la ayudante de la princesa en ese hotel? —burló.

Mimzy frunció el ceño, molesta.

Rosie.—De verdad, ¡qué horrible que estés en ese hotel si no es por querer ser mejor, más bien, solo para alimentar una obsesión, Mimzy!... —dijo. Mimzy se ofendió.

Mimzy.—¡Tú no sabes nada! ¿Sabes qué?, mejor voy al escenario —murmuró y se fue al escenario—. ¡Buenas noches, mi bello público! ¿Cómo se encuentran hoy? —los demonios respondieron entre halagos.

Rosie entrecerró sus ojos. Le daba risa la molestia de Mimzy. En un momento ella se molestó un poco al ver un grupo de tres demonios entrando al local.

Rosie.—Ah, la mala hierba nunca muere —murmuró en voz baja cuando una demonio se le acercó.

Velvet.—¡Ey! Si es la vieja caníbal. ¿Cómo te ha ido? —cuestionó con cierto tono infantil e hipócrita que molestaba a Rosie pero ella se mantenía callada—. Oh, vamos, no seas aguafiestas.

Rosie.—Dios, ¡qué mujer ésta! —pensó, y se alejó. Velvet se empezó a reír.

Valentino.—Ah, si aquí estás. ¿Qué estás haciendo?

Velvet.—Quería molestar a la vieja caníbal, pero se fue —dijo fingiendo lástima.

Valentino.—Deja de joder. Mejor vamos. Voxy nos está esperando en una mesa.

Velvet fue tras él hasta que llegaron donde Vox estaba.

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Valentino.—Entonces, esperaré unos días y ¡pum!, adiosito para el amor de T/N —burló—. Bueno, aunque es difícil creer que ese virgen esté con ella —carcajeó, separando el cigarro de sus labios.

Vox.—¡Que T/N no, pedazo de cabrón! —murmuró—. Lo que tú quieres es coger y ganar dinero con Angel, no... ¡no con ella!

Velvet solo estaba entretenida con su celular.

Valentino.—Entonces, ¿sabes?, estaba planeando en hacer a T/N como tu «esclava». Ella. Bajo tu merced. Sin quejas. Sin nada. ¿No te gustaría eso? Con drogas, y todo se vuelve fácil, guapo —dijo, coqueto.

La pantalla de Vox solo mostró las barras de colores que muestran las teles, y reaccionó rápido:

Vox.—¡No... Eh... Para nada!

Velvet.—¡Niego eso! —murmuró apunto de destrozar su celular con sus manos.

Valentino.—Uy, tranquilas, fieras.

Velvet.—Si es que esa suicida estará en el estudio para cortejar a Voxy: niego que ella esté.

Valentino.—Ah, ¡qué drama con ustedes dos, carajo! —se quejó.

Velvet.—¿Sí? —cuestionó con una pequeña sonrisa.

Valentino.—Me la quedo yo entonces —pensó—, no es necesario que Vox sepa que T/N está en el estudio —concluyó en sus pensamientos—. Bien, como digas, babydoll.

Velvet amplió una sonrisa en su rostro, Vox solo frunció el ceño, sin estar seguro de las palabras de su amigo.

Después de unos minutos, Valentino se puso a hablar con Mimzy.

¡Qué mal le hace los celos a unos, que no les importa el mal que pueden causar!

Valentino.—Oh, gracias, dulzura. Verás que ella no seguirá ahí ya.

Mimzy.—Sí... —murmuró.

Rosie no sabía de qué hablaban pero sentía que era algo malo.

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Narra Alastor:

Bien, ¿qué tiene de malo que haga estas «cosas» con T/N? No creo que sea algo malo. Lo disfruto. Mucho. Pero mi mente me lo niega siempre con cada beso, caricia...

Es muy eufórico escucharla gemir mi nombre, de una forma u otra alimenta mi orgullo. Pero, mi pregunta es: ¿La amo de verdad o solo estoy con ella por deseo carnal? No lo sé.

Claro que amo muchas cosas de ella. Siempre tiene esa pequeña y dulce sonrisa en su rostro cuando quiere mostrarla. Besos que pueden llegar a descontrolar todo en pocos segundos. Caricias que hacen que desee más y más. Es un pequeño y adorable entretenimiento para mí.

Pero hay cosas que siento que no van en mi camino. Siento que otra vez me estoy aberrando con ella. No quiero hacerle lo que le hice antes. No otra vez. Sería muy estúpido de mi parte. ¿Hacerlo solo por miedo a un pequeño, insignificante y estúpido sentimiento? ¡Qué estúpido! Mejor, simplemente, pienso bien las cosas, para evitar en hacerle «daño».

T/N.—Ah... ¡No... no muerdas así, Al! —se quejó, apretando sus puños en mis hombros mientras yo saboreaba las pequeñas e insignificantes gotas de sangre que salían de su hombro

Alastor.—Oh, ¿por? —cuestioné con diversión, y di una sola embestida haciendo que ella soltara un pequeño gemido.

T/N.—Carajo —balbuceó.

Seguí con los movimientos bruscos y ella empezó a gemir y a gruñir nuevamente mientras causaba más rayones en mi espalda.

¿Acaso siempre tengo que poner algo de dolor cuando tenemos intimidad? No sé. Pero me gusta.

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Narra T/N:

Era de mañana ya. Me desperté algo dolida del cuerpo. No pues, claro, semejante máquina que tengo a mi lado mientras duerme. No lo miraba porque me daba miedo su mirada cuando dormía. Es como si estuviera en su versión demoníaca.

Tenía algo de ropa en esa habitación. Solo Alastor sabía que tenía ropa en esa habitación. Me duché y luego salí, él ya no estaba ahí. Pero al menos me hizo el gran favor de dejar la cama arreglada y con otras sábanas.

Salí de la habitación tranquilamente. Noté que eran como las nueve de la mañana. En un momento vi de reojo a Mimzy salir de su habitación y ella me miró con burla.

T/N.—¿Qué? —susurré. No le tomé importancia. Sabía que Angel Dust podría estar cocinando para los huéspedes por el olor a comida.

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Valentino.—Algo de ketamina no haría mal a la pequeña suicida, ¿eh? —pensó.

¡Chan, chan, chan! V:

Espero que les haya gustado :3