Capítulo 9

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Gun se acercó al castillo con una sensación de inquietud. No por su propia salud, sino también por el Príncipe Mark. En lugar de buscar de inmediato un médico, Gun se desvió hacia los aposentos privados del castillo. Con cierta dificultad, y una gran cantidad de nervios, se encontró subiendo las escaleras hasta el dormitorio del príncipe.

La habitación estaba a oscuras, pero sus sentidos se agudizaron por el peligro de ser descubierto. Gun encontró la cama, guiado tanto por los recuerdos aún vivos de su noche juntos como por el sonido de la respiración laboriosa del Príncipe. Gun sintió el cuchillo atado en su tobillo. Tenía la capacidad de matar al gobernante. ¿Por qué no? Representaba al poder, a una familia que había herido terriblemente a su pueblo. Finalizar con la familia real debería ser una bendición.

Y, sin embargo, Gun estaba de pie en la oscuridad, observando el ascenso y caída del pecho del príncipe, sabía que nunca podría hacerle daño. No, no sólo no hacerle daño, iba a hacer todo lo posible para protegerlo.

Si Gun estaba desconcertado por esta toma de conciencia, no pensó mucho en ello. Había asuntos más importantes en juego. El Príncipe, su Príncipe, estaba sufriendo claramente. Suavemente, Gun se acercó y puso su mano sobre la frente febril del Príncipe. —¿Estás sufriendo mi príncipe? —preguntó, cuidadosamente descendiendo a la cabecera del príncipe.

—¿Gun? —El Príncipe murmuró, su voz ronca y temblorosa.

Gun se quedó en silencio por un momento, sin saber qué responder.

—¿Por qué debería ser diferente hoy? —El Príncipe dijo con tristeza.

—¿Cuántas veces he pensado que has vuelto a mí, sólo para ver que estoy equivocado?

—Soy yo, mi Príncipe. Estoy aquí para ti. No puedo soportar verte así. No voy a irme de nuevo. Tenemos que conseguir que te mejores.

—Si te vas a quedar, puedo sobrevivir las próximas semanas, voy a tener todo lo que deseo.

—Eso es más de lo que merezco. Me temo que no te traté justamente cuando nos separamos. Si puedes encontrar espacio en tu corazón para perdonarme...

—Puedo más que encontrar el espacio para ello. ¿No entiendes? Eres mi corazón.

—¿No sólo una manera agradable para pasar la noche?

—Sin duda, una maravillosa manera de pasar la noche, pero es mucho más que eso. Si puedo sobrevivir este embarazo, serás el padre de mis hijos.

—¿Qué?

—¿No lo sabías?

—Pero eso es imposible. ¡Eres un Alpha!

—Yo pensaba lo mismo, pero parece ser que puede suceder en circunstancias extremadamente raras. Si un Alpha tiene otro Alpha como su compañero predestinado... ¿Recuerdas cómo te anudaste dentro de mí, a pesar de que nunca te habías anudado con nadie más?

—Sí —dijo Gun—, ¿cómo podría olvidar eso? La forma en que tu cuerpo se estremecía bajo el mío, en mis brazos.

—Eso fue todo. Ese fue el momento en que me quedé embarazado de tus hijos. Ha sido un embarazo difícil, he estado bastante enfermo por las mañanas, a veces todo el día. Ha interferido con mi papel como Gobernante, pero sigo adelante con mis propuestas —dijo, extendiendo su brazo en la dirección de una mesa cercana—. Ellas están allí si deseas leerlas. Confío en que será un gran paso en la dirección correcta.

—Está demasiado oscuro para leer en este momento. Y no creo que debería estar lejos de tu lado.

—Habrá luz suficiente si abres las cortinas.

Para atrapar una Oveja ~ MARKGUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora