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La situación se desarrolló de una manera muy rara, sobretodo porque yo ya sabía que me estaba pudriendo por dentro, y todo se me caía a pedazos, y aún así, continué en mi arrogancia, como si "aquello dentro mio" no lo estuviese realmente.

¿Porque lo ignoré? No lo sé, quiza fui demasiado tonta, solo miraba a las estrellas mientras me sujetaba de las tejas del techo, pensando que nada grave podría tener, y que si lo tuviese, Rick lo resolvería.

Ya después de un tiempo empecé a preocuparme, y no fue hasta que el dolor fue agudo, por no decir grave, y se fue extendiendo a todo mi cuerpo, sabía que no era algo menor, y aun así no decidí hablar, y aun cuando mis padres veían mi sufrimiento, respetaron mi deseo de no ir al medico.

No fue hasta que mi madre vio como mi rostro palido sostenía una sonrisa forzada, con ojos cristalinos para acompañar mi ya demacrado estado, ella decidio llevarme al doctor por la fuerza, disfrazando su intención de una negociación, con el soborno de, a cambio, ir al centro comercial y comprarme un helado, faltando a clases durante todo el día viendo mi computadora recostada en la cama. Yo no era una niña para ceder a tan insignificante recompensa, pero, sabía que aceptandola o no, esa mujer de mirada preocupada no me iba a soltar hasta que viesemos a un médico, asi que accedí, obteniendo algo por la molestia.

El doctor no supo que hacer más que preguntarme como me sentía y que había hecho hacia como 2 meses, mientras miraba lo delgada que estaba.

Miré hacia un espejo que tenía, y me pregunté hacia cuanto no me había visto en un espejo, dandome cuenta que no lo recordaba, pero parecía demasiado lejano.

Me encontré palida, incluso amarilla, y mis ojos lucian cansados, y mis labios estaban opacos y secos, mi cabello estaba descuidado y sin brillo, me veía mas delgada, sin chiste.

Encontré increíble que el doctor no acusara a mi madre de irresponsable y negligente por mi estado, y no haber corrido al hospital en primeras instancias, lo más probable es que mi cara diese a notar que yo no quería estar ahí, y mi actitud fuese tan desinteresada, chorreando desidia por seguir respirando con cada segundo que pasaba en el consultorio.

Y aun cuando mi ya en descomposición interior no podía sentir, logro emitir una señal en la que me avisaba que acceder ir a esta consulta fue el principio de muchas idas y venidas al hospital, expedientes llenos de información y probablemente negligencia médica; hubiese deseado equivocarme.

Rick solo me veía con indiferencia, mientras que mis padres daban vueltas por toda la ciudad, dando vueltas y y saltando de diagnóstico en diagnóstico de cada médico que les recomendaban, pero no fue porque no quisiera involucrarme y curarme de una vez por todas, sino que mis padres se habrían hecho de una idea en la que yo habría agarrado el dolor por su culpa, y aunque no lo fuese, en su insensibilidad, probablemente hubiese tratado de abrirme, sacarme las entrañanas para ver que tenía, y dejarme morir sin resolver realmente nada.

Ignorando el hecho de que, si hubiese contraido una enfermedad espacial, probablemente Rick estuviese mas capacitado que cualquiera para curarme, yo quería creer que no sería así de malo conmigo como para solo dejarme morir en agonía... Ahora que lo pienso, es algo muy sentimental, y si lo hubiese hecho como lo hizo cuando me ponía en riesgo en sus aventuras, pero, creo que me estoy desviando del tema.

Entre las peleas de mis padres y su desesperanzada búsqueda de mi bienestar, los comentarios sarcásticos de Rick que avivaban la llama de la tensión entre mi familia, y mi dolor agudo que me hacía seguir en cama, no se quien era peor, yo solo quería dejar de existir para que pudiese tener algo de paz, un descanso de este maldito cuerpo en descomposición y la maldita disfuncion de mi familia, pero apesar de que mi dolor se sentía peor que una patada directamente en tus intestinos, la muerte se veía demasiado lejana cuando todo esto me hacía sentir miserable mientras reposaba en cama.

No fue hasta que, en una mañana desperte, queriendo ir al baño y, mi pierna derecha se sentía entumida, al grado de que no podía moverla, encontrando imposible bajar de la cama sin caer y golpearme en el suelo, asi que decidí improvisar.

Miré a mi oscuro alrededor y tomé una escoba que mi madre había dejando cuando había entrado a barrer mi habitación por mi. La tomé y desmonté el cepillo, dejando solo el palo de plástico, y la use como un baston para llegar al baño.

Llegué con bastante esfuerzo, orinar no era tanto problema, pero hacía mucho que no defecaba, aun con eso en mi mente nisiquiera se me ocurrió pujar, eso solo incrementaría el dolor en mi abdomen. Si lo preguntan, lo mas difícil de ir al baño y no sentir tu pierna, es alcanzar el papel higiénico.

Al salir, encontré a Rick esperando, recargado en la pared,para después clavar la mirada en mi nuevo bastón.

—¿Porque estás usando eso? -

Me preguntó como si no le importase, solo le extrañaba lo ridicula que me veía.

—¿No te lo dijeron? Usar palos de escoba esta de moda en esta temporada de primavera.—

Rodó los ojos incrédulo, para después mover su cabeza con desaprobación.

—¿Tu pierna?- Cuestionó el estado de esta.

—No lo sé, no la siento del todo.- Dije para después ir cojeando a mi habitación, pasando por su lado, dejando la puerta del baño abierta y la luz prendida, supuse que iba a entrar.

—Ya se lo que tienes.-

Me paré en seco, decidí no mostrar impresión.

—¿Ah si? Pues felicidades, mete tu predicción a la urna y veremos si sale seleccionado, después te llamo para que reclames tu premio.- Seguí caminando.

—Idiota, hablo enserio, yo tambien lo tuve, y yo mismo lo traté. - Abrio la puerta de mi habitación por mi, dejandome entrar, y siguiendome adentro, para después cerrar la puerta a su paso mientras yo me sentaba en la orilla de la cama.

—¿Ah si?- Estaba concentrada en volver a armar la esciba de mi mamá.

—Es una enfermedad sería, me atrevería a decir que mortal.- Sentí que lo decía solo para asustarme, pero no podía ignorar lo putrido que se sentían mis adentros, dandole algo de razón.

Lo deje continuar guardando silencio y mirandolo.

—Es una enfermedad degenerativa Mortricia, hará que tu cuerpo deje de responder, pero, tu cerebro seguirá funcionando -y puso su dedo indice en mi frente— Quedarás como un vegetal tarde o temprano, pero, hay una buena noticia, es tratable.-

Quede anonadada, aunque por lo que veo, mi abuelo no lo notaba, pues su ceño se fruncio mientras aun me quedaba en silencio, parecía esperar a que yo le diese el si para que me levantara y fueramos a la cochera, pero la información aun no la terminaba de digerir por completo.

—Ya veo. - Dije entrando entre mis sábanas, mientras escuchaba Rick abrir su licorera, y abrirla.

—Mortricia, ya te divertirte con esto de ser una invalida, y yo también estoy harto del show que hacen tus desesperados padres por esto, así que mañana mismo prepararé el medicamento, duerme bien mocosa.-

Dijo para después salir de la habitación y dejarme sola, cerrando la puerta y dejándo que yo sola me arrullara con esa inform como si se tratase de una canción de cuna.

Y por un momento ese pensamiento pasó por mi cabeza.

"¿Porque todos están decidiendo por mi, que yo viva?"

El mañana //Rick and Mortricia\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora